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jueves, 2 de mayo de 2013

Mis Palabras a ti ahora serán oídas, una vez más, en el Último Día. Recuérdenlas

Domingo 28 de abril de 2013 a las 17:40 hrs.
Mi amadísima hija, vengo en este momento para advertirte de  la  traición  de  aquellos   quienes  te rodean en esta Misión. Muchos serán forzados a dar la espalda  a  esta  obra  y  tú  nunca  debes  ir tras ellos. Yo nunca fui tras  aquellos  quienes  me  persiguieron.  En  cambio,  me  ofrecí  como  un cordero al matadero, con el fin de salvar almas.

Observa, ahora, a medida que aquellos designados falsos profetas, preparados por Satanás, pronto serán llevados al seno de aquellos quienes dicen que son siervos de Dios. Sus profecías, todas las cuales niegan la Verdad, se utilizarán para deshonrarte. Que ningún hombre piense, ni por un segundo, que Mis mensajes, dados al mundo para preparar a la humanidad para Mi Segunda Venida, no serán despedazados / destrozados.

Hija Mía, estos obstáculos deben ser ignorados por ti. Por tu obediencia, Yo te haré más fuerte, ya que el tiempo no está de tu lado para asegurar que las Gracias que derramo sobre la humanidad son obtenidas por todos.

Mis verdaderos profetas, en su mayor parte, son ignorantes de las Sagradas Escrituras o profecías dadas al mundo por Mi Misericordia. No necesitan citar extractos de la Santa Biblia, porque Yo no les pido que hagan esto. Mi Palabra es dada como es. Mi Santa Biblia es sagrada. Extraer secciones fuera de ella, con el fin de respaldar cualquier revelación divina, no está autorizado. Cuando un Mensaje es dado por Mí, el profeta escribe lo que dicto y nunca se le pide reproducir extractos dados al mundo por Mis apóstoles.

Soy más grande que todos los que me sirven. Mi Palabra es Sagrada. Mis dones a ustedes son dados para preparar sus almas y es por esto que a todos los profetas genuinos se les dan oraciones, que encienden el ansia de unirse a Mi Corazón.

La persecución, la cual padecerán, continuará y empeorará. Y justo cuando pienses que ya no puedes soportar más, le probaré al mundo Mi Presencia Divina. Sufre, Mi pequeña, con dignidad. No defiendas Mi Palabra, no importa cuán tentador sea esto, incluso cuando seas presentada con mentiras malignas.

Aquellos quienes me conocen también sabrán cuando las palabras no vengan de Mí, ya que resido en sus corazones. Sin embargo, Satanás es tan astuto que él puede imitarme a Mí, con una excepción. Él no puede nunca reconocer que vine en carne o que Mi Cuerpo está presente en la Sagrada Eucaristía.

Mi Espíritu aumenta ahora y continuará levantándose contra las fuerzas del mal. Cada demonio será matado por Mis ángeles, hasta que no quede ninguno en el último día.

Mis Palabras a ti ahora serán oídas, una vez más, en el Último Día. Recuérdenlas.

Yo Soy el principio y el fin. Vengo, como prometido, para traerles vida eterna. Levántense, todos ustedes quienes creen en Mí, y acepten la Verdad. Vengan a Mí. Permitan que la Voluntad de Mi Padre reine sobre el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra. Regocíjense, pues les traigo paz y unidad a todos aquellos cuyos nombres están en el Libro de los Vivos. Mi Alianza final ha sido cumplida. Mi Reinado ha llegado. Levántense y acepten la Mano de Dios.

El día cuando oigan estas Palabras será el día que sabrán la Verdad.
No se dejen engañar, ya que solo Dios, y los dones de revelación divina, pueden traerles el amor, la paz, el gozo y la conversión, los cuales barren al mundo a través de estos mensajes. Son un don. Están predestinados a mostrarles el verdadero sendero a su legítima herencia. Acéptenlos con gentileza y acción de gracias en su alma.

Su amado Jesús

Salvador de la humanidad