Sábado 20 de abril de 2013 a las 16:45 hrs.
Mi amadísima hija, los Cielos están llenos de pesar debido al dolor que Mis amados seguidores tienen que soportar en la Tierra. Todos los ángeles y los santos se unen como uno solo para orar por la humanidad, mientras padece tal malvada agresión de Satanás y de todos sus espíritus malignos. Mientras sus oraciones son aceptadas por Mí y actúo por ellas, pido a todos los que se declaran ser cristianos que recen como nunca antes.
Las oraciones ofrecidas diariamente para la protección contra las fuerzas demoníacas, las cuales se infiltran en la Tierra, ayudarán a limpiarla de los espíritus malignos. Debéis permanecer con esperanza y, cuando permanecéis fieles a Mí, seréis aún más fuertes.
La fuerza de los cristianos, unidos en la Verdad de Dios, presentará una poderosa muralla defensiva en contra de la bestia cuyos planes, para hacer daño a los hijos de Dios, están comenzando a ser en este tiempo. Debéis poneros delante de Mí, declarar vuestro amor imperecedero por Mí y Yo os guiaré en Mi ejército, que nunca será derrotado. Mientras Mi ejército aumenta de tamaño, y mientras miles de millones más se convierten y me acepten, esto ayudará a matar a la bestia.
Vuestro deber, Mis amados seguidores, es enfocaros en aquellos que rechazarán Mi Mano de Misericordia. No importa que seáis ridiculizados en Mi nombre, todo lo que debéis hacer es rogar por la salvación de las almas. Sabed que al ejército de Dios en la Tierra le serán concedidas Gracias especiales para permitirle traer consigo las almas de aquellos que dudan de Mi Santa Palabra.
Cuando a las dudas, se les permite que persistan, separarán al hombre de Dios. Las dudas son puestas en los corazones del hombre por Satanás con el fin de engañar a los hijos de Dios haciéndoles creer que Él, Dios no existe.
Cuando el hombre no cree en Dios, no acepta la diferencia entre el bien y el mal. Sin la guía de Dios, él caminará hacia cada trampa tendida ante él por Satanás. Tanto odio se manifiesta entonces en los corazones del hombre, porque, una vez que se exponen al maligno, sus corazones se llenan de ira. La peor ira será dirigida a los cristianos y, sin embargo, estas personas no sabrán por qué se sienten de esta manera. Esta es la razón por la que aquellos que afirman no creer en Dios, dedican más tiempo condenando a aquellos que sí lo hacen.
Orad, orad, orad por sus almas.
Vuestro Jesús