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jueves, 6 de septiembre de 2018

Esta Misión es el último Regalo de Profecía decretado por Mi Padre, para salvar almas


Sábado 1° de Septiembre, 2012  a las 10:25 hrs.

Mi muy querida hija, la velocidad a la cual Mis Mensajes han sido dados a  la humanidad está indicando la urgencia de esta Misión.

Mucha gente en el mundo está perdida (extraviada).

Muchas almas pobres no saben que Dios, Mi Padre es.

Muchos no me aceptan como Su Hijo amado, el verdadero Mesías.

Esta Misión es el último Regalo de Profecía decretado (sancionado) por Mi Padre para salvar almas.

Estos mensajes son para los cristianos, judíos, musulmanes, ateos, agnósticos y todos aquéllos que buscan consuelo en las religiones hechas por el hombre.

Todas las personas, todas las almas, tienen el mismo deseo de encontrar un sentido en  sus vidas.

Para la mayoría, esto les rompe el corazón si no creen en Dios, porque creen que todo termina cuando su vida en la tierra expire.

¡Oh, si tan sólo pudieran ver lo que sucede cuando sus almas llegan ante Mí. Me ven y se quedan sin palabras porque no pueden creer que Yo soy real. El gozo en muchas de estas almas tan sólo es comparable con alivio si ellos mueren en Estado de Gracia.

Sin embargo, la alegría de aquellas almas en tinieblas cuando me ven, se corta y ellas se alejan de Mí, en las profundidades del infierno en un estado de shock y desesperación.

Aquellas almas quienes saben de las Enseñanzas de Dios, a través de Sus profetas, y como un resultado de Mi propia Misión en la tierra, y quienes me rechazan, lo saben.

Vosotros habéis elegido dar la espalda a la Verdad. A causa de Mi Amor por vosotros, Yo  voy a hacer todo lo posible para abrir vuestros ojos.

Voy a traer regalos y por Mi Gran Misericordia yo os salvaré. Hago un llamado a todos vosotros independientemente de cuál religión sigan, para escuchar estas Palabras ahora:

Todos vosotros sabéis lo que es ser parte de una familia.

Algunos de ustedes/vosotros sois afortunados de haber nacido en una familia llena de amor.

Otros no son tan bendecidos y pueden haber sufrido a través de dificultades y  obscuridad dentro de la unidad familiar. Otros se han perdido, herido, enojado y no puede sentir verdadero amor por sus familias.

Algunos son expulsados ​​al desierto a su suerte, sin nadie a quién poder recurrir.

Muchos simplemente necesitan un apoyo de algún tipo, apoyarse (sostenerse) para sentir esperanza. Es por esto que muchas almas pobres (débiles) tratan de encontrar  religiones, las cuales proporcionen el eslabón perdido.

Lamentablemente esto simplemente les lleva más a la desesperación. Porque estas religiones se basan en una mentira.

Las mentiras os hieren hijos.  Ellas os dan una falsa sensación de seguridad. Estas religiones no tienen sustancia, porque no siguen la Verdad, el camino del Señor.

Sólo sabed que nosotros, la Santísima Trinidad somos vuestra familia. El Nuevo Cielo y  Tierra serán vuestro verdadero hogar.

Seguidme por el camino de la Verdad para que pueda Yo llevaros hacia su legítimo hogar.

Un hogar lleno de amor y alegría, eso es todo por lo que necesitáis esforzarse.

Por favor, abrid vuestros ojos, porque ha llegado el momento para que al mundo   finalmente se le  presente la Promesa de la Verdad.

Mi Muerte en la Cruz fué un Pacto (Promesa) para traeros la salvación.

Mi Segunda Venida es también un Pacto (Promesa), la Promesa final, para llevaros a casa con Dios, el Creador de todas las cosas.

Mi Padre, Dios el Altísimo, ahora me envía pronto para traer la Salvación a todos Sus hijos.

Sólo puedo hacer esto y cumplir plenamente la Promesa de mi Padre si puedo salvar a cada alma.

No bloqueeis Mi camino por dudas.

No rechacéis Mis intentos de llevar la salvación a cada alma.

No perdáis la oportunidad de vivir una vida plena, llena de amor, alegría y maravillados  en paz y armonía, en la Nueva Era de Paz.

Vuestro Jesús


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