Sábado 31 de agosto de 2013 a las 21:45 hrs.
Mi amadísima hija, os dije a todos, hace algún tiempo, que
plantáseis semillas a fin de alimentaros y a vuestras familias, durante la
persecución. Hago esto por una razón. Debéis plantar, aunque sea unas cuantas
semillas – semillas puras, las que no han sido alteradas por interferencia
humana. Entonces multiplicaré el fruto, que ellas producirán y todos tendrán
suficiente para comer cuando el mundo experimente gran hambre. Esos días no
están muy lejos y ellos sucederán por un número de razones.
Los cultivos estarán contaminados mediante la intervención
de los agricultores codiciosos. Los cultivos resultantes no serán aptos para
que vosotros coman. Entonces la guerra significará que pocos hombres serán
capaces de cultivar la tierra. Luego habrá el fuego, el que se derramará sobre
las cuatro esquinas de la Tierra, y todo se volverá estéril. Estas terribles
pruebas serán causadas por la propagación del mal, pero mucha gente sobrevivirá
si confían en Mí. Debéis prepararos ahora, como si una guerra se avecinara y
así como lo haríais cuando la comida fuera racionada. Tened mucha agua porque
todo lo que almacenéis será multiplicado por Mí.
Por favor no creáis que os pido dejar vuestros hogares ya
que esto no es necesario. Una pequeña preparación, donde ofrezcáis ayuda unos a
otros, es todo lo que se necesita. Mi Preciosa Sangre cubrirá a todos aquellos
que creen en Mi Aviso a la humanidad porque el tiempo para que se abra el
Tercer Sello seguirá a (va detrás de) un tiempo de guerra.
Tantos ignoran la Palabra de Dios, que está contenida en el
libro del Apocalipsis. Tantos líderes y siervos sagrados en Mis iglesias,
fracasan en responder a Mi profeta, al igual que lo hicieron antes del diluvio.
Llamo a mis siervos sagrados, ahora. ¿En quién creéis? ¿En
Mí, vuestro Jesús o en las divagaciones de aquellos que afirman ser expertos en
teología, pero quienes son ignorantes de la Verdad? Despertad. Los Sellos se
han abierto. Vuestro deber es ayudarme a salvar almas, pero no habéis
permanecido alerta al sonido de Mi Llamado. Os he dicho que vendré como un
ladrón en la noche. Cuando ese día llegue será demasiado tarde para las almas
que no se han preparado.
El momento para que las trompetas descascaren sus juicios
vendrá rápidamente, tan pronto como cuando los Sellos hayan sido descubiertos.
¿Entonces qué? ¿Os despertaréis y me seguiréis en esa etapa o me perderéis más
almas, mientras vaciláis? Mientras
esperáis a que otros ¿guíen el camino?
Debo recordaros que vuestra labor es la de salvar almas. Hacéis
esto a través de una vida donde se supone que me servís y no donde mimáis el
orgullo y el ego de aquellos que intentan torcer Mis Enseñanzas. Muchos de
vosotros en Mis iglesias no entendéis el significado de Mi Nuevo Paraíso y
habéis fracasado en recordad a los hijos de Dios Mi Promesa. Vosotros debéis
recordadles de la Verdad – del tiempo, antes del último día.
Tantos de vosotros, aunque amables, buenos, amorosos y con
un sincero compromiso a Mi Iglesia en la Tierra, os olvidáis de Mi Segunda Venida.
¿Qué creéis que es esto y que habéis aprendido? ¿A cuántos profetas les tomaría
para convenceros de que el tiempo está casi sobre vosotros?
¿Cuándo oísteis que Dios no envía a Sus profetas para ayudar
a preparar a Sus hijos en la lucha contra la maldad, que infesta el alma
humana? Y, ¿qué os da el derecho de asumir que el Libro del Apocalipsis
contiene mentiras? Negáis mucho de lo que contiene y no habláis de ello. ¿Por
qué? ¿No sabéis que esto significa que negáis la Palabra de Dios?
Mi Paciencia es probada. Mi Ira es grande. Vuestro obstinado
rechazo a aceptar Mi Don de Intervención, para prepararos, me insulta. Al
perseguir a aquellos siervos sagrados que me reconocen, a través de estos
Mensajes, negáis a otros el Don de Salvación. Sois ciegos y vuestra ignorancia
de Mis Enseñanzas y de la Palabra de Dios, la que está contenida en el Libro
Santo de Mi Padre - la Biblia - es sorprendente. Decís que me servís, pero no
me conocéis y por eso no veis.
Cuando vuestra fe es débil, no podéis abrir vuestro corazón
a Mí. Si abriérais vuestro corazón a Mí, seríais capaces de oírme claramente,
ya que estaríais llenos con el Espíritu Santo. Tristemente, muchos de vosotros,
que decís servirme, no sois aptos para levantaros y declararos a sí mismos ser
un siervo de Dios. Me avergonzáis y deshonráis Mi Nombre, cuando públicamente
humilláis a vuestro rebaño en Mi Nombre. Quebrantáis toda regla de Dios cuando
condenáis a aquellos que siguen estos Mensajes, ya que no se os ha dado la
autoridad para hacer esto. Vuestro amor a sí mismos tiene prioridad sobre
vuestro amor por Mí, Jesucristo y debido a esto, ya no sois aptos para
servirme. Sois demasiado orgullosos para estar ante Mi Trono.
Vuestro Salvador
Jesucristo
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