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viernes, 27 de julio de 2018

Mi Verdadera Iglesia será expulsada de Roma y tendrá que soportar un número de años de desolación


Sábado 28 de septiembre de 2013 a las 15:23 hrs.

Mi amadísima hija, siempre recuerda a aquellos que creen en Mí, pero que no tienen idea de que Mi Segunda Venida se avecina, que siempre deben estar alertas a las señales las que fueron profetizadas en el Libro de Mi Padre, para el tiempo que precede al Gran Día.

La gran apostasía es la primera señal. Esto es cuando la creencia en la Verdad – la Palabra de Dios – desaparece y cuando el pecado es glorificado en todas partes del mundo. La señal para cuando Mi Segunda Venida se avecina es cuando la gran apostasía sujete Mi Iglesia en la Tierra desde dentro. Cuando veáis a aquellos que dicen que han sido nombrados por Mí para guiar a Mi Iglesia en la Tierra participando en el mundo secular para obtener favor, sabréis que los cambios han comenzado. Cuando veáis el Gran Sacrificio – Mi Crucifixión – siendo debatido y nuevos significados ligados a Mi Eucaristía, sabréis que Mi Iglesia será arrojada al desierto.

Por Mi Iglesia, me refiero a aquellos que no se desvían de la Verdad y que continúan, como antes, aceptando la Palabra de Dios. Mi Verdadera Iglesia será expulsada de Roma y tendrá que soportar/padecer un número de años de desolación. Será pisoteada por los paganos y sufrirá, pero por Mi Gracia, permanecerá intacta y a aquellas almas valientes que se nieguen a abandonarme les serán dados extraordinarios dones por Mí. Mientras los abominables, así llamados 'milagros', sanaciones y gestos de falsa humildad y amor por la humanidad son presenciados en el armazón de Mi Iglesia, las verdaderas intervenciones milagrosas hechas por Mí se verán. Yo, a través de Mis Grupos de Cruzada de Oración, voy a dar a conocer a aquellos que se mofan y se burlan de ellas, la Presencia del Espíritu Santo. Muchos milagros serán otorgados sobre Mis Grupos de Oración y a aquellos que reciten las Oraciones como un don para ayudar a Mis amados discípulos a lidiar la persecución religiosa.

La persecución de la que hablo es principalmente una espiritual. Mis verdaderos discípulos, y quiero decir todos los cristianos, de cada denominación, en todas partes, observarán en gran dolor cuando tengan que dar testimonio del gran engaño, que descenderá sobre la Iglesia Católica. La Iglesia Católica acogerá el mundo secular y declarará que el pecado mortal ya no lo es más. El pecado no será reconocido y con el fin de engañar a los inocentes, se les dirá que no es difícil entrar a Mi Reino. Las confesiones se detendrán en el formato actual. A la gente se le dirá que pidan por redención a su manera, y como tal, muchos no se molestarán entonces en pedir Mi Perdón. No harán esto porque ya no aceptarán que el pecado es causado deliberadamente y, debido a esto, que Dios perdonará todo. Este es el error que fue predicho y el cual llevará a millones a las llamas del Infierno y serán conducidos allí por el falso profeta y el anticristo.

Pronto, todas las fiestas y los festivales paganos serán integrados dentro de las Iglesias Católicas por todas partes. Los paganos y aquellos que odian a Dios serán invitados sobre los altares frente a los tabernáculos. Esta fiesta será declarada ser la nueva forma de comunión – todos hijos de Dios uniéndose con el fin de respetar las creencias y los derechos humanos mutuos. A vosotros, Mis seguidores, se os pedirá que mostréis respeto por aquellos que quieren destruir Mi Presencia en la Sagrada Eucaristía. Vosotros seréis acusados de ser anticristianos si no acogéis el paganismo. Así es como todos seréis engañados. Así es como Yo, Jesucristo, seré profanado. Harán lo mismo en las escuelas, con el fin de desterrar el cristianismo. Harán lo mismo en los círculos políticos, cuando todo lo que tenga que ver Conmigo será eliminado. Ninguna otra religión será acosada con tal odio. El cristianismo, porque es la Verdad, será destruido.

De lo que no os dais cuenta es, que al convertiros en participantes dispuestos en esta profanación malvada, que vuestras almas serán oscurecidas y con el tiempo abandonaréis vuestra propia salvación.

Traicionadme y os perdonaré. Negadme y os perdonaré. Pero, cuando me profanáis y juráis lealtad a la bestia, os separáis completamente de Mí y encontraréis imposible aceptar Mi Misericordia.

Vuestro Jesús



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