Sábado 28 de septiembre de 2013 a las 15:23 hrs.
Mi amadísima hija, siempre recuerda a aquellos que creen en
Mí, pero que no tienen idea de que Mi Segunda Venida se avecina, que siempre
deben estar alertas a las señales las que fueron profetizadas en el Libro de Mi
Padre, para el tiempo que precede al Gran Día.
La gran apostasía es la primera señal. Esto es cuando la
creencia en la Verdad – la Palabra de Dios – desaparece y cuando el pecado es
glorificado en todas partes del mundo. La señal para cuando Mi Segunda Venida
se avecina es cuando la gran apostasía sujete Mi Iglesia en la Tierra desde
dentro. Cuando veáis a aquellos que dicen que han sido nombrados por Mí para
guiar a Mi Iglesia en la Tierra participando en el mundo secular para obtener
favor, sabréis que los cambios han comenzado. Cuando veáis el Gran Sacrificio –
Mi Crucifixión – siendo debatido y nuevos significados ligados a Mi Eucaristía,
sabréis que Mi Iglesia será arrojada al desierto.
Por Mi Iglesia, me refiero a aquellos que no se desvían de
la Verdad y que continúan, como antes, aceptando la Palabra de Dios. Mi
Verdadera Iglesia será expulsada de Roma y tendrá que soportar/padecer un
número de años de desolación. Será pisoteada por los paganos y sufrirá, pero
por Mi Gracia, permanecerá intacta y a aquellas almas valientes que se nieguen
a abandonarme les serán dados extraordinarios dones por Mí. Mientras los
abominables, así llamados 'milagros', sanaciones y gestos de falsa humildad y
amor por la humanidad son presenciados en el armazón de Mi Iglesia, las
verdaderas intervenciones milagrosas hechas por Mí se verán. Yo, a través de
Mis Grupos de Cruzada de Oración, voy a dar a conocer a aquellos que se mofan y
se burlan de ellas, la Presencia del Espíritu Santo. Muchos milagros serán
otorgados sobre Mis Grupos de Oración y a aquellos que reciten las Oraciones
como un don para ayudar a Mis amados discípulos a lidiar la persecución
religiosa.
La persecución de la que hablo es principalmente una
espiritual. Mis verdaderos discípulos, y quiero decir todos los cristianos, de
cada denominación, en todas partes, observarán en gran dolor cuando tengan que
dar testimonio del gran engaño, que descenderá sobre la Iglesia Católica. La
Iglesia Católica acogerá el mundo secular y declarará que el pecado mortal ya
no lo es más. El pecado no será reconocido y con el fin de engañar a los
inocentes, se les dirá que no es difícil entrar a Mi Reino. Las confesiones se
detendrán en el formato actual. A la gente se le dirá que pidan por redención a
su manera, y como tal, muchos no se molestarán entonces en pedir Mi Perdón. No
harán esto porque ya no aceptarán que el pecado es causado deliberadamente y,
debido a esto, que Dios perdonará todo. Este es el error que fue predicho y el
cual llevará a millones a las llamas del Infierno y serán conducidos allí por
el falso profeta y el anticristo.
Pronto, todas las fiestas y los festivales paganos serán
integrados dentro de las Iglesias Católicas por todas partes. Los paganos y
aquellos que odian a Dios serán invitados sobre los altares frente a los
tabernáculos. Esta fiesta será declarada ser la nueva forma de comunión – todos
hijos de Dios uniéndose con el fin de respetar las creencias y los derechos
humanos mutuos. A vosotros, Mis seguidores, se os pedirá que mostréis respeto
por aquellos que quieren destruir Mi Presencia en la Sagrada Eucaristía.
Vosotros seréis acusados de ser anticristianos si no acogéis el paganismo. Así
es como todos seréis engañados. Así es como Yo, Jesucristo, seré profanado.
Harán lo mismo en las escuelas, con el fin de desterrar el cristianismo. Harán
lo mismo en los círculos políticos, cuando todo lo que tenga que ver Conmigo
será eliminado. Ninguna otra religión será acosada con tal odio. El
cristianismo, porque es la Verdad, será destruido.
De lo que no os dais cuenta es, que al convertiros en
participantes dispuestos en esta profanación malvada, que vuestras almas serán
oscurecidas y con el tiempo abandonaréis vuestra propia salvación.
Traicionadme y os perdonaré. Negadme y os perdonaré. Pero,
cuando me profanáis y juráis lealtad a la bestia, os separáis completamente de
Mí y encontraréis imposible aceptar Mi Misericordia.
Vuestro Jesús
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