Jueves 2 de agosto de 2012 a las 22:06 hrs.
Mi queridísima hija, el juicio de la Iglesia de Mi Hijo en
la Tierra ya ha comenzado.
La flagelación, la persecución está a punto de comenzar.
Así como Mi Hijo fue crucificado así, también, Su Iglesia en
la Tierra será crucificada.
El juicio está teniendo lugar ahora.
Mi Hijo fue enviado a salvar a la humanidad de ir al fuego
del Infierno.
Su muerte en la Cruz, una terrible y cruel atrocidad, fue
permitida por Mí como un medio para ofrecer a Mis hijos un futuro. El Cuerpo de
Mi Hijo se convirtió en Su Iglesia en la Tierra. Sus sacerdotes y siervos
consagrados tomaron el lugar de Sus Apóstoles.
Ahora, conforme Él regresa de nuevo a redimir a la humanidad
y a reclamar a Mis preciosos hijos, para que ellos puedan entrar a Mi Paraíso,
la historia se repetirá.
Mi Hijo predicó la Verdad y reunió mucha gente que siguió
Sus Enseñanzas, quienes no dudaron de Su Palabra.
Luego fue traicionado por aquellos cercanos a Él y devotos
de Él dentro de Sus filas.
Su Iglesia, la Iglesia Católica, también fue traicionada
dentro de sus propios corredores.
La tentación por parte de Satanás dio lugar a esto y una
gran maldad(una tentacion muy malvada) fue responsable del deceso/muerte de Mi
Hijo.
En Su Iglesia hoy, su deceso/muerte comenzó hace algún
tiempo. Así como con Mi Hijo, muchos seguidores leales a la Santa Palabra
prescrita por Mí, lo abandonaron.
Luego empezó el juicio en donde Mi Hijo fue acusado de
herejía. Así también la Iglesia de Mi Hijo en la Tierra ha sufrido el mismo
destino.
Por los perversos de entre ellos, que cometieron graves
ofensas en contra de la humanidad, muchos fieles seguidores abandonaron la
Iglesia.
Sucesivamente ellos abandonaron a Mi Hijo y desecharon Sus
Enseñanzas.
El juicio de la Iglesia de Mi Hijo en la Tierra ha vuelto a
sus silenciosos sacerdotes, cuando se trata de defender las Enseñanzas de Mi
Hijo.
Ellos (los sacerdotes) tienen miedo de ofender a aquellos
que rechazan a Mi Hijo, debido a los pecados de los que están entre ellos. La
Iglesia de Mi Hijo ahora enfrenta el mayor juicio de todos, no visto desde la
Crucifixión de Mi amado Hijo.
Su Iglesia está siendo burlada despiadadamente, no solo por
sus enemigos de afuera, sino por sus enemigos de adentro de ella.
La Corona de Espinas será ahora colocada sobre la Cabeza de
la Iglesia de Mi Hijo y pocos de Sus seguidores van a estar a Su lado.
Así como los Apóstoles de Mi Hijo, con la excepción de Juan,
lo abandonaron durante Su juicio y ejecución así, también, aquellos en
posiciones elevadas dentro del Vaticano abandonarán a Mi Santo Vicario.
Él será, como Cabeza de la Iglesia Católica, forzado a
caminar un terrible sendero en desgracia, sin ninguna culpa de su parte.
Mientras que él sea azotado, despreciado y hecho parecer
tonto, no es a él a quien ellos darán rienda suelta a su rabia. Será en contra
de la Verdad de la Iglesia, la Iglesia Cristiana, que se formó gracias al
Sacrificio de Mi Hijo, en donde ellos
derramarán su odio.
El cristianismo será flagelado en toda grieta, en toda
nación, en todo lugar de adoración, hasta que esté débil por el cansancio.
A medida que es llevada por el camino al Calvario, así como
Mi Hijo fue llevado, será atada y asegurada con cuerdas para hacerle imposible
escapar al tormento.
Entonces, a medida que sube la colina, será apedreada,
escupida y se burlarán de ella todo el camino hasta la cima.
Luego será clavada a la Cruz.
Muy poca simpatía será mostrada por ella, por aquellos que
culpan a la Iglesia, por sus pecados en contra de los inocentes, cuando
condenen a la Cabeza de la Iglesia, Mi Hijo.
Ellos lo culparán por los pecados de otros causados por la
tentación de Satanás.
Cuando hayan clavado a la Iglesia de Mi Hijo en la Cruz,
ellos enviarán cientos de guardias, así como los seiscientos soldados que
estuvieron de pie en el Calvario, para asegurar que ni un pedazo de Carne
escapara sin castigo.
A ningún siervo de Su Iglesia, que proclame lealtad a ella,
le será permitido escapar.
Cuando la Iglesia haya sido crucificada, ellos se asegurarán
que sea privada de comida y agua hasta su último aliento. Todos sus discípulos,
así como fue con los apóstoles de Mi Hijo, no estarán visibles por ningún lado.
Ellos se esconderán por miedo a las represalias.
En lo que parecerá ser su último aliento, todo quedará en
silencio, hasta que la aclamación de aquellos que crucificaron a la Iglesia
ensordezca al mundo entero con su falsa doctrina.
La voz de la nueva cabeza de la iglesia, el impostor, el
faso profeta, resonará.
Todos caerán en acción de gracias a Mí, el Dios Altísimo,
con alivio. Ya que esto parecerá representar un nuevo comienzo.
Será entonces que la Presencia de Mi Hijo ya no Honrará los
altares dentro de esta Iglesia, ya que esto no puede ser.
Será entonces que Mi Mano, en sanción, caerá en castigo.
Aquí es cuando la Batalla de Armagedón empezará.
Aquí es cuando Yo vendré, a través de Mi Hijo, a salvar
almas.
No rechacéis esta profecía.
No os escondás detrás de falsas seguridades, ya que este día
debe venir.
La Crucifixión de la Iglesia de Mi Hijo debe ocurrir debido
a la Última Alianza.
Pero entonces la Gloriosa Resurrección de la Iglesia, la
Nueva Jerusalén, enjugará todas las lágrimas, todo el sufrimiento y entonces la
Nueva Era vendrá.
Confiad en Mi Hijo todo el tiempo.
Nunca temáis ya que Yo Soy vuestro Padre y vendré a renovar
la Tierra y a reunir a todos Mis hijos en este último milagro predicho en el
Libro de Daniel.
El Libro de la Verdad está ahora siendo revelado a vosotros,
hijos, como prometido.
No rechacéis Mi Intervención Divina, ya que Yo hablo(digo)
la Verdad.
Dios Altísimo
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