Sábado 22 de marzo de 2014 a las 14:00 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, la muerte no debe ser temida,
si aceptáis Mi muerte en la Cruz. La muerte es solo un momento de transición de
este mundo a la Casa del Reino de Mi Padre. Temer la muerte es negar Mi
Misericordia, porque Yo salvaré a cada alma que me reconozca y que me pida que
le perdone sus pecados.
Una vez que el alma es creada por Mi Padre, durará por toda
la eternidad. Contará con la Vida Eterna, si el alma me permite reclamarla. De
lo contrario, se perderá a Satanás, si el alma me negara, cuando sabe Quién Soy
Yo.
La muerte de un alma en la Tierra es tan natural como el
nacimiento. Cuando un alma deja el cuerpo y viene a Mí, será provista con una
abundancia de Gracias y se verá acogida dentro de la familia de Mi Padre - Su
Reino, que está lleno de gran amor,
alegría y felicidad, lo que nunca puede ser alcanzado en la Tierra. Muchos de
vosotros, que habéis experimentado el amor, la alegría y la felicidad en
vuestras vidas, solo han paladeado un pequeño bocado de lo que es el sabor de la
Vida Eterna. Debéis esforzaros siempre, con alegría en vuestros corazones, por
el momento en donde vais a entrar al Reino de Mi Padre, que es para ser
bienvenido - no temido.
Si tenéis que afrontar la muerte o si un ser querido tiene
que afrontar la muerte, recurrid entonces siempre a Mí, vuestro Jesús, por
ayuda. Si lo hacéis, os voy a levantar en espíritu, enjugaré vuestras lágrimas,
desterraré todo temor de vuestros corazones cuando recitéis esta oración.
Cruzada de Oración (142) Oración de Preparación para la
muerte
Mi queridísimo Jesús, perdona mis pecados.
Limpia mi alma y prepárame para entrar a Tu Reino.
Concédeme las Gracias para prepararme para mi unificación
Contigo.
Ayúdame a vencer cualquier miedo.
Concédeme la valentía para preparar mi mente y mi alma,
de modo que sea yo digno de estar frente a Ti.
Te amo. Yo confío en Ti. Yo mismo me doy a Ti en cuerpo,
mente y alma por la eternidad. Permite que Tu Voluntad sea la mía y líbrame del
dolor, dudas o confusión. Amén
Doy la bienvenida a todas las almas que reciten esta
oración, sin excepción. Mi Misericordia se extiende especialmente, a las almas
que están afrontando la muerte, pero que no creen en Mí, cuando digan esta
oración tres veces al día, en sus últimos días.
Vuestro Jesús