Jueves 6 de junio de 2013 a las 16 hrs.
Mi amadísima hija, cómo deseo que el amor se multiplicara en
el mundo, porque entonces el hombre verdaderamente amaría a su prójimo, así
como Mi Padre lo ordenó y no habría guerras.
Las guerras son el resultado de la falta de fe en el Único
Dios Verdadero. Son causadas por miedo, odio y orgullo, todo lo cual es
inflamado por el poder de Satanás. Mientras más personas se alejen de Dios y
rechacen la necesidad de preparar sus almas para una vida de gloriosa
eternidad, caerán en mucho error. Cuando no puedan ver la Verdad, estarán
predispuestas a creer en mentiras. Las mentiras, muy a menudo, vienen vestidas
como cosas buenas. Ellas se enmascaran como acciones deseables, actos
legítimos, placer y como alternativas a lo que es natural.
El mal pocas veces será visto como tal, porque así no es
como Satanás planea su engaño sobre la humanidad. Él, el maligno, cuyas obras
son vistas dentro de las palabras, acciones y actos de almas débiles, es
cuidadoso de no revelarse. Él, a través de las pobres almas que infesta, dará
la impresión de ser cariñoso, agradable y siempre presentará una fachada
agradable. Astuto, atraerá a las personas a cometer actos de maldad por medio
de la tentación y lo hará depredando en sus debilidades más vulnerables.
Mientras él normalmente seduce a través de los sentidos, también interesará a
aquellos que buscan la Verdad en su fe. Es aquí cuando él, Satanás, atraerá las
almas a una trampa en donde aceptarán el
mal como si fuera el bien.
Será solo en una etapa posterior, cuando se sientan
incómodos e intranquilos es que sentirán que algo está equivocado. Para
entonces, el odio y una indiferencia por su prójimo habrán sido manifestados
dentro de sus almas. Entonces creerán que aquellas acciones, en que emprenden
en el Nombre de Dios, pero que insultan a Dios, son para la Gloria de Dios.
Cuando la guerra es creada en el Nombre de Dios,
generalmente no es a Dios a quien los ejércitos del mundo le rinden homenaje.
Cuando asesinan a las naciones y dicen que honran a Dios, ellos mismos se
distancian de Dios y se ponen de lado de la bestia.
La bestia está planeando la destrucción de la humanidad de
dos formas, en este momento. En primera instancia, él está destruyendo la vida
a través del aborto, asesinato y guerra. En segunda instancia, está atacando Mi
Iglesia en la Tierra, para que todas las iglesias, que Me honran, Jesucristo, y a Mi amado Padre, sean
destruidas. De estas maneras el robará almas y les evitará seguir la Verdad y
heredar Mi Reino.
Vuestro Jesús
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