Martes 14 de abril del 2011 a las 11:00 horas.
Mi amada hija, gracia por dedicar más tiempo a este
sacratísimo trabajo. Ha llegado el momento para que todos ustedes abran sus
corazones a Mí, por solo un día, para permitirme llenarles con gracias
especiales. Se otorgarán estas gracias ahora a todos aquellos que han olvidado
que Yo existo, ya que se acerca el Viernes Santo.
Como el tiempo para la poderosa novena de la Divina
Misericordia se acerca, éste será usado para inundar sus almas con un don Mío
especial. Ahora hagan como les digo y récenme hoy con sus propias palabras. Las
gracias que les daré no solo les traerán cerca de Mi Sagrado Corazón, sino
también los llenará del Espíritu Santo. Recen Mi novena del Viernes Santo e
incluyan cuantas almas puedan y Yo salvaré a cada una.
A aquellos de ustedes
que retrocedieron, incluso después de su devoción a Mí, les levantaré una y
otra vez. Nunca teman regresar a Mí si se pierden. Nunca abandonaré a aquellos
que quieren volver a Mí. Como pecadores, esto tiende a pasar. Nunca teman, Yo
estoy de pie al lado de cada uno de ustedes, listo para abrazarlos todo el
tiempo. El pecado puede ser perdonado. Nunca se sientan culpables por el
pecado, si necesitan volverse hacia Mí para pedir perdón. Yo estoy siempre ahí.
Hijos Míos aprovechen la Semana Santa para recordar todos
los sacrificios que hice por los pecadores. Mi compasión sigue siendo fuerte,
nunca ha disminuido por las almas, incluso por aquellos cuyos pecados Me causan
una profunda ofensa. Si un alma busca el perdón, entonces ese pecado será borrado.
Mi novena de La Divina Misericordia instilará las gracias más poderosas cuando
sea rezada desde el Viernes Santo, en el período previo a la Fiesta de la
Misericordia, nueve días después. Al recitarla no solo salvarán sus propias
almas, sino también millones de otras. Hagan esto por Mí.
Vuestro siempre amante y leal Divino Salvador Jesucristo
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Estoy presente en la Eucaristía a pesar de la mala
interpretación de Mi Promesa
Martes 14 de abril de 2011
a las 12:00 horas
Mi muy querida hija no te preocupes, estás mejorando la
manera en la que reservas tiempo para dedicarlo en oración a Mí. Ahora, es
importante que el hombre entienda, que para acercarse a Mí Corazón debe
comprender la necesidad de recibir el sacramento de la Santísima Eucaristía.
Mucha gente, incluyendo otros grupos cristianos, niega Mi
presencia real en la Eucaristía. Por qué han decidido negar las promesas que
hice en Mi última cena, cuando prometí que les daría Mi carne y sangre como
comida y alimento para sus almas, no les quedó claro. Lo que está claro es que
el milagro de la Santa Eucaristía, presente en todos los tabernáculos del
mundo, existe hoy y está ahí para llenar sus almas pobres, malnutridas y
tristes con Mi presencia. Esta presencia les fortalecerá de tal manera que: Una
vez que se acostumbren a recibirme, el día que no lo hagan se sentirán
perdidos.
Muchos cristianos ignoran una de las promesas más
fundamentales que hice durante Mi crucifixión, que Yo estaría presente en el
pan y el vino y dejaría una marca permanente para ayudar a nutrir sus almas.
Demasiado razonamiento humano ha significado que Yo haya sido rechazado incluso
por los cristianos bien intencionados. Estos mismos cristianos no pueden
recibir la Santa Eucaristía en su forma verdadera. La Santísima Eucaristía fue
dada a todos ustedes como un gran regalo para su redención y salvación.
Rechazar el hecho de que estoy presente, significa que ustedes están perdiendo
gracias especiales que son parte de un pacto para traerme aún más cerca de sus
corazones.
Recuerden que cuando morí por ustedes fue para conducirles
hacia la vida eterna y la salvación. Recíbanme como la presencia viviente y sus
almas se encenderán en formas que ustedes no creerían posibles. Vuelvan a
recibir Mi sangre y cuerpo. Déjenme eliminar sus dudas. Este es uno de los más
grandes errores que los cristianos han cometido, el negarme la entrada a sus
almas de esta manera. Esto ofende grandemente a Mi Padre Eterno por el gran
sacrificio hecho para salvarles. Déjenme traerles luz y alimento a sus vidas.
Estarán más inclinados a aceptar la verdad de Mis enseñanzas, después de que el
GRAN AVISO se lleve a cabo.
Recuerden lo que prometí durante Mi última cena: Cuando
tomen el pan y el vino, éste será para ustedes Mi Cuerpo y Mi Sangre. Cualquier
otra interpretación ha sido el producto de la distorsión de la lógica y el
razonamiento humanos. Ahora, entiendan y acepten la verdad.
Vuestro Amante Salvador, Jesucristo
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