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lunes, 16 de abril de 2018

Solo por un día se otorgarán gracias especiales por llamar a Jesús


Martes 14 de abril del 2011 a las 11:00 horas.

Mi amada hija, gracia por dedicar más tiempo a este sacratísimo trabajo. Ha llegado el momento para que todos ustedes abran sus corazones a Mí, por solo un día, para permitirme llenarles con gracias especiales. Se otorgarán estas gracias ahora a todos aquellos que han olvidado que Yo existo, ya que se acerca el Viernes Santo.

Como el tiempo para la poderosa novena de la Divina Misericordia se acerca, éste será usado para inundar sus almas con un don Mío especial. Ahora hagan como les digo y récenme hoy con sus propias palabras. Las gracias que les daré no solo les traerán cerca de Mi Sagrado Corazón, sino también los llenará del Espíritu Santo. Recen Mi novena del Viernes Santo e incluyan cuantas almas puedan y Yo salvaré a cada una.

 A aquellos de ustedes que retrocedieron, incluso después de su devoción a Mí, les levantaré una y otra vez. Nunca teman regresar a Mí si se pierden. Nunca abandonaré a aquellos que quieren volver a Mí. Como pecadores, esto tiende a pasar. Nunca teman, Yo estoy de pie al lado de cada uno de ustedes, listo para abrazarlos todo el tiempo. El pecado puede ser perdonado. Nunca se sientan culpables por el pecado, si necesitan volverse hacia Mí para pedir perdón. Yo estoy siempre ahí.

Hijos Míos aprovechen la Semana Santa para recordar todos los sacrificios que hice por los pecadores. Mi compasión sigue siendo fuerte, nunca ha disminuido por las almas, incluso por aquellos cuyos pecados Me causan una profunda ofensa. Si un alma busca el perdón, entonces ese pecado será borrado. Mi novena de La Divina Misericordia instilará las gracias más poderosas cuando sea rezada desde el Viernes Santo, en el período previo a la Fiesta de la Misericordia, nueve días después. Al recitarla no solo salvarán sus propias almas, sino también millones de otras. Hagan esto por Mí.

Vuestro siempre amante y leal Divino Salvador Jesucristo

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Estoy presente en la Eucaristía a pesar de la mala interpretación de Mi Promesa

Martes 14 de abril de 2011  a las 12:00 horas

Mi muy querida hija no te preocupes, estás mejorando la manera en la que reservas tiempo para dedicarlo en oración a Mí. Ahora, es importante que el hombre entienda, que para acercarse a Mí Corazón debe comprender la necesidad de recibir el sacramento de la Santísima Eucaristía.

Mucha gente, incluyendo otros grupos cristianos, niega Mi presencia real en la Eucaristía. Por qué han decidido negar las promesas que hice en Mi última cena, cuando prometí que les daría Mi carne y sangre como comida y alimento para sus almas, no les quedó claro. Lo que está claro es que el milagro de la Santa Eucaristía, presente en todos los tabernáculos del mundo, existe hoy y está ahí para llenar sus almas pobres, malnutridas y tristes con Mi presencia. Esta presencia les fortalecerá de tal manera que: Una vez que se acostumbren a recibirme, el día que no lo hagan se sentirán perdidos.

Muchos cristianos ignoran una de las promesas más fundamentales que hice durante Mi crucifixión, que Yo estaría presente en el pan y el vino y dejaría una marca permanente para ayudar a nutrir sus almas. Demasiado razonamiento humano ha significado que Yo haya sido rechazado incluso por los cristianos bien intencionados. Estos mismos cristianos no pueden recibir la Santa Eucaristía en su forma verdadera. La Santísima Eucaristía fue dada a todos ustedes como un gran regalo para su redención y salvación. Rechazar el hecho de que estoy presente, significa que ustedes están perdiendo gracias especiales que son parte de un pacto para traerme aún más cerca de sus corazones.

Recuerden que cuando morí por ustedes fue para conducirles hacia la vida eterna y la salvación. Recíbanme como la presencia viviente y sus almas se encenderán en formas que ustedes no creerían posibles. Vuelvan a recibir Mi sangre y cuerpo. Déjenme eliminar sus dudas. Este es uno de los más grandes errores que los cristianos han cometido, el negarme la entrada a sus almas de esta manera. Esto ofende grandemente a Mi Padre Eterno por el gran sacrificio hecho para salvarles. Déjenme traerles luz y alimento a sus vidas. Estarán más inclinados a aceptar la verdad de Mis enseñanzas, después de que el GRAN AVISO se lleve a cabo.

Recuerden lo que prometí durante Mi última cena: Cuando tomen el pan y el vino, éste será para ustedes Mi Cuerpo y Mi Sangre. Cualquier otra interpretación ha sido el producto de la distorsión de la lógica y el razonamiento humanos. Ahora, entiendan y acepten la verdad.

Vuestro Amante Salvador, Jesucristo


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