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martes, 25 de noviembre de 2014

Se me consideró ser un hombre malvado y un falso profeta y por eso ellos me flagelaron

Jueves 13 de noviembre de 2014 a las 11:10 hrs.


Mi muy querida y bienamada hija, te revelé hoy uno de los misterios más grandes de los últimos tiempos.

La secuencia de eventos que conducen hasta el último día es similar/parecido a Mi Crucifixión, que se volverá a repetir en todas las etapas, hasta el día en que vuelva otra vez para salvar al mundo.

Cuando estuve en el Huerto de Getsemaní, estaba aislado, solo y desconsolado, porque muy pocos creyeron que Yo decía la Verdad. Mi Amor por Mi Padre me sostuvo, pero Mi Amor por la humanidad significaba que el tormento que sufrí, incluyendo la tortura mental y física a manos de Satanás, fue aceptada por Mí, aunque con gran esfuerzo.

Cómo sufrí en aquél Huerto/Jardín! ¿Cómo le rogué a Mi Padre por el alivio. ¿Cómo estaba Yo destrozado(con el corazón roto) cuando el maligno me mostró cómo acabaría el mundo. Él me insultó, se rió de Mí, me escupió y se burlaba, cuando me mostró las almas de Mis enemigos quienes dirían, un día al mundo, que estarían al servicio de Mi Iglesia. Esto fue como ver expuestos/proyectados a Mis amados apóstoles, denunciándome y luego prometer su lealtad a Satanás. Él me mostró las almas de los fieles, cuyas voces serían consideradas como la de los fanáticos radicales y que serían acusados de crímenes terribles. Vi a los que dijeron que me representában, persiguiendo a los profetas y videntes, también ví a aquellos que trataban de destruirlos. Tuve que soportar gran oscuridad cuando ví el mundo, en el que Yo habité una vez, convertido no sólo en ciego con respecto a Quién Soy, sino al que nunca se le habría hablado de Mí.

Yo fui arrojado al suelo, Mi cara presionada en el suelo, pateado, azotado y Mi ropa desgarrada por Satanás. Él me atormentaba, más allá de Mi capacidad humana y bajo extrema resistencia del cuerpo físico. A pesar de esto, se me dio la fuerza para seguir a enfrentar Mi inevitable Crucifixión, que me aterrorizaba. Mi amor por el hombre, sin embargo, reemplazaba/desbancaba Mi miedo humano.

Mis siervos consagrados, que se negarán a denunciarme/criticarme, también sufrirán un aislamiento similar. Ellos serán desacreditados y puestos hacia un lado. Su aislamiento, no será condenado por Mi Iglesia, debido al miedo que hay dentro de ella.

Cuando fui flagelado, aquellos quienes llevaron a cabo los actos más crueles y viles sobre Mi cuerpo se regocijaron. Se me consideró ser un hombre malvado y un falso profeta y por eso ellos me flagelaron/azotaron. Ellos presumían de su santidad, de su rectitud y de su conocimiento de las Sagradas Escrituras, mientras vilipendiaban* Mi Cuerpo. Ellos no pudieron aceptar la profecía de que su Mesías vendría a salvarlos. Aquellos que van a proclamar Mi Segunda Venida sufrirán el mismo tratamiento.

Cuando me desnudaron, ellos querían humillarme más a fondo por lo que me vistieron con un trapo rojo que apenas me cubría, para profanar más Mi Cuerpo. Pero, cuando clavaron las espinas, como agujas, en Mi Cabeza, declararon que el Hijo del Hombre era un impostor y, por lo tanto, no digno de aceptación. Ellos rompieron Mi Ojo fuera de su cavidad, pero el dolor era irrelevante(sin importancia), en comparación con su declaración, de que Yo no era aceptado como el Salvador de los hijos de Dios.

Todas estas cosas han de ser repetidas en breve, cuando Yo, Jesucristo, como Jefe de Mi Iglesia, sea descartado/desechado y Mi Corona a Mi arrebatada. Un falso líder, el anticristo, se sustituirá como si fuera Mi Cabeza, y a diferencia del Cordero Inmolado, él usará una corona brillante de oro. Por debajo de esta fachada yacerá un corazón podrido, y junto con las mentiras, falsedades, blasfemias y herejías que derramará de su boca, él entregará todo como si fuera como la miel, que brota de la colmena de la abeja. No estáis bajo ninguna ilusión, la bestia tendrá un aspecto hermoso, su voz suave, su gran porte. Él será guapo y atractivo, pero de su boca derramará veneno que envenenará vuestra alma.

Cuando cargué Mi Cruz, no podía hacer esto por Mi mismo(por mi cuenta). Era tan pesada que sólo podía dar un paso a la vez y caminar muy lentamente. Mi Cuerpo se desgarró en muchos lugares y por la pérdida de Sangre me desmayé muchas veces, tan débil estaba Yo. Estaba cegado de un ojo y las espinas en Mi Cabeza significó que la Sangre, la que se vertía desde Mis Heridas, tuvo que ser continuamente enjugada por aquellos que caminaban junto a Mí. De lo contrario, Yo nunca habría sido capaz de dar otro paso hacia adelante.

Lo mismo ocurrirá a Mi Iglesia Remanente, la última estable de Mi Cuerpo. Ellos marcharán, así como Yo lo hice, con una pesada cruz, pero a pesar del dolor, el abuso, el sufrimiento y el derramamiento de sangre, ellos soportarán hasta el final. Porque Mi Preciosa Sangre fluirá sobre sus almas a la par con Mi Propio Dolor - Mi Propia Crucifixión. Y, en el día, cuando ellos ya no celebren los Sacrificios diarios de la Misa, Mi Presencia llegará a extinguirse. Cuando llegue el día en donde Mi Cuerpo - Mi Iglesia en la Tierra - sea finalmente saqueado, crucificado y profanado, todo va a cambiar para siempre.

Mi Cuerpo, Mi Iglesia, mientras siga viva en el mundo, es la que sustenta/mantiene la vida. Pero cuando sea destruida, la vida, como vosotros la conocéis, habrá terminado. Cuando Mi Iglesia sea traicionada, sacrificada y descartada/desechada, al igual que Mi Crucifixión, esto señalará el final de los tiempos.

Vuestro Jesús

Vilipendiar*= denigrar/despreciar algo o tratar a alguien con vilipendio/difamar/ ofender la opinión o fama de alguien