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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Los que se opusieron a Mi Primera Venida se negaron a aceptar la Voluntad de Dios

Viernes 31 de octubre de 2014 a las 18:25 hrs.


Mi muy querida bienamada hija, Mi Voluntad es inamovible y todos aquellos que verdaderamente me aman, llegarán a entrelazarse dentro de la Divina Voluntad del Señor. Negaros a aceptar Mi Voluntad y no podréis llegar a ser Míos. Levantaos en contra Mía y no os permitiré entrar en Mi Reino, porque sólo aquellos que vienen a Mí, en entrega definitiva de su propio libre albedrío podrán realmente decir que son de Mí. Si vosotros no sois de Mí, ¿cómo puedo convencer/conquistar sus ingratos corazones? Aquellos de vosotros que me maldecís; que vertís vuestro desprecio sobre aquellos que mantienen en alto Mi Palabra; o que tratáis de interferir con la Santa Voluntad de Dios, seréis arrojados al abismo cuando todos los esfuerzos para salvaros se hayan agotado.

Cuando Yo nací, muchos de Mis enemigos cuyas almas estaban infestadas por espíritus malignos, hicieron la vida de Mi Madre muy difícil. Los que la persiguieron durante Mi Tiempo en la Tierra no eran conscientes, en muchos casos, del por qué  sentían tanto odio hacia ella. Pero ella al sufrir lo hizo, en Mi Nombre. Los que se opusieron a Mi Primera Venida, se negaron a aceptar la Voluntad de Dios, que  iba a darles la libertad de los grilletes, que fueron cerrados alrededor de sus tobillos y colocados allí por los demonios.

Dediqué gran parte de Mi Misión en la tierra expulsando espíritus malignos de las almas de los afligidos, mientras que también esclarecía sobre la Voluntad de Dios a los que estaban en la ignorancia. Ahora mientras me preparo para venir de nuevo, Mi Misión será aún más complicada en esta ocasión. Para todos vosotros con corazones endurecidos, quienes se niegan a escucharme, digo ésto: A menos que estéis verdaderamente comprometidos Conmigo, a través de una vida de oración y devoción, no completaréis este trayecto hacia la Vida Eterna por vuestra sola fe. Vosotros no estáis bendecidos con suficiente comprensión, o conocimiento de Mi Palabra, por descartar/desestimar Mi Advertencia en este momento. ¿Por qué  vertís desprecio sobre Mí ahora? ¿Qué creéis que os hará dignos al estar delante de Mí, cuando me pidáis vida eterna? Yo os digo que vuestra obstinación os hace ciegos a la verdad de la Revelación Divina, la que estáis presenciando por medio de  estos, Mis Santos Mensajes para el mundo.

Almas ingratas, que carecen del conocimiento, el cual fue cuidadosamente entregado a vosotros en la Santísima Biblia. Por cada lección que se os enseñó, no habéis aprendido nada. Vuestro orgullo y vuestra búsqueda de auto-satisfacerse, me frustra. Vuestros ojos no pueden ver y no estaréis, como consecuencia, preparados para Mí. Por cada insulto/agravio que lancéis sobre los que dicen la Verdad, y sobre los que defienden Mi Santa Palabra - a pesar de vuestro desacuerdo(resistencia) - tendréis que enfrentaros a Mí. Os pediré entonces justificar vuestras palabras, vuestras obras y vuestras acciones en contra de Mí. No podéis decir que estáis a favor de Mí, cuando lucháis en contra de Mí por Mi Palabra, dada a vosotros por la Misericordia de Dios, Quién nunca se cansará en Su búsqueda para salvar vuestras almas.

Cuando se os da el Regalo de la revelación privada tenéis el derecho de discernir. Pero, no tenéis autoridad para juzgar a otros o hacerles daño, incluso si ellos no vienen de Mí. Yo, Jesucristo, he hecho saber que el hombre no tiene el derecho de juzgar a ningún alma. Si me desafiáis, y aunque sintáis  motivo de queja/reclamación hacia los falsos profetas, Yo os juzgaré y castigaré, del mismo modo que vosotros castigábais a los que odiabais. No podéis odiar a otra persona en Mi Nombre. Si odiais a otra persona, entonces  hacéis esto en el nombre de Satanás. Voy a lavar vuestra iniquidad/maldad solamente cuando vengáis y me roguéis que os expíe/redima de semejante pecado. Pero muchos de vosotros nunca haréis esto porque vosotros mismos os habéis colocado por encima de Mí, y por esto vais a sufrir.

No dejéis que ni un solo hombre en medio de vosotros declare a otra alma ser del maligno porque él, Satanás, se deleita en los que son culpables haciendo  este error. Ninguno de vosotros es tan limpio de pecado para que pueda hacer tal juicio.

Aquel que es de Mí y que realmente me conoce, nunca flagelaría a otra alma en Mi Nombre.

 Vuestro Jesús