Viernes 31 de octubre de 2014 a las 18:25 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, Mi Voluntad es inamovible y
todos aquellos que verdaderamente me aman, llegarán a entrelazarse dentro de la
Divina Voluntad del Señor. Negaros a aceptar Mi Voluntad y no podréis llegar a
ser Míos. Levantaos en contra Mía y no os permitiré entrar en Mi Reino, porque
sólo aquellos que vienen a Mí, en entrega definitiva de su propio libre
albedrío podrán realmente decir que son de Mí. Si vosotros no sois de Mí, ¿cómo
puedo convencer/conquistar sus ingratos corazones? Aquellos de vosotros
que me maldecís; que vertís vuestro desprecio sobre aquellos que mantienen en
alto Mi Palabra; o que tratáis de interferir con la Santa Voluntad de Dios,
seréis arrojados al abismo cuando todos los esfuerzos para salvaros se hayan
agotado.
Cuando Yo nací, muchos de Mis enemigos cuyas almas estaban infestadas por
espíritus malignos, hicieron la vida de Mi Madre muy difícil. Los que la
persiguieron durante Mi Tiempo en la Tierra no eran conscientes, en muchos
casos, del por qué sentían tanto odio hacia ella. Pero ella al sufrir lo
hizo, en Mi Nombre. Los que se opusieron a Mi Primera Venida, se negaron a
aceptar la Voluntad de Dios, que iba a darles la libertad de los
grilletes, que fueron cerrados alrededor de sus tobillos y colocados allí por
los demonios.
Dediqué gran parte de Mi Misión en la tierra expulsando
espíritus malignos de las almas de los afligidos, mientras que también
esclarecía sobre la Voluntad de Dios a los que estaban en la ignorancia. Ahora
mientras me preparo para venir de nuevo, Mi Misión será aún más complicada en
esta ocasión. Para todos vosotros con corazones endurecidos, quienes se niegan
a escucharme, digo ésto: A menos que estéis verdaderamente comprometidos
Conmigo, a través de una vida de oración y devoción, no completaréis este
trayecto hacia la Vida Eterna por vuestra sola fe. Vosotros no estáis
bendecidos con suficiente comprensión, o conocimiento de Mi Palabra, por descartar/desestimar
Mi Advertencia en este momento. ¿Por qué vertís desprecio sobre Mí ahora?
¿Qué creéis que os hará dignos al estar delante de Mí, cuando me pidáis vida
eterna? Yo os digo que vuestra obstinación os hace ciegos a la verdad de la
Revelación Divina, la que estáis presenciando por medio de estos, Mis
Santos Mensajes para el mundo.
Almas ingratas, que carecen del conocimiento, el cual fue
cuidadosamente entregado a vosotros en la Santísima Biblia. Por cada lección
que se os enseñó, no habéis aprendido nada. Vuestro orgullo y vuestra búsqueda
de auto-satisfacerse, me frustra. Vuestros ojos no pueden ver y no estaréis,
como consecuencia, preparados para Mí. Por cada insulto/agravio que
lancéis sobre los que dicen la Verdad, y sobre los que defienden Mi Santa
Palabra - a pesar de vuestro desacuerdo(resistencia) - tendréis que
enfrentaros a Mí. Os pediré entonces justificar vuestras palabras, vuestras
obras y vuestras acciones en contra de Mí. No podéis decir que estáis a favor
de Mí, cuando lucháis en contra de Mí por Mi Palabra, dada a vosotros por la
Misericordia de Dios, Quién nunca se cansará en Su búsqueda para salvar
vuestras almas.
Cuando se os da el Regalo de la revelación privada
tenéis el derecho de discernir. Pero, no tenéis autoridad para juzgar a otros o
hacerles daño, incluso si ellos no vienen de Mí. Yo, Jesucristo, he hecho saber
que el hombre no tiene el derecho de juzgar a ningún alma. Si me desafiáis, y
aunque sintáis motivo de queja/reclamación hacia los falsos
profetas, Yo os juzgaré y castigaré, del mismo modo que vosotros castigábais a
los que odiabais. No podéis odiar a otra persona en Mi Nombre. Si odiais a otra
persona, entonces hacéis esto en el nombre de Satanás. Voy a lavar vuestra
iniquidad/maldad solamente cuando vengáis y me roguéis que os expíe/redima de
semejante pecado. Pero muchos de vosotros nunca haréis esto porque vosotros
mismos os habéis colocado por encima de Mí, y por esto vais a sufrir.
No dejéis que ni un solo hombre en medio de vosotros
declare a otra alma ser del maligno porque él, Satanás, se deleita en los que
son culpables haciendo este error. Ninguno de vosotros es tan limpio de
pecado para que pueda hacer tal juicio.
Aquel que es de Mí y que realmente me conoce, nunca
flagelaría a otra alma en Mi Nombre.
Vuestro Jesús