Miércoles 9 de julio de 2014 a las 15:48 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, Mi indicación a todos los que me veneran es que oren fuertemente por la confusión que estallará pronto en el mundo. Muchos acontecimientos se desarrollarán, todos los cuales están vinculados a las divisiones causadas por el odio religioso y la codicia. Pero cuando el desprecio por Mí, lo que ya es evidenciado en el mundo, viene desde dentro de Mis Propias cuatro paredes, entonces reconoceréis que el tiempo está cerca. Porque cuando ellos me maldigan y persigan a aquellos que me aman, ellos serán entonces testigos de Mi intervención, que será como un rayo.
Muchos confundirán Mi aprobación voluntaria de la persecución, que siempre será la suerte de los que me siguen, con la aprobación de cosas malas y una inclinación (dispocisión) para permitir que estas cosas prosperen. Pero eso sería incorrecto. Todo Amor viene de Mí. Todo mal viene de Satanás. Cuando los dos chocan, se desarrollan grandes trastornos. El mal no puede prosperar cuando me levanto en contra de él. Incluso el mismo Satanás sólo puede esparcir su veneno de acuerdo a la Voluntad de Dios.
El mal, que contamina al mundo, será destruido. No tengáis ninguna duda sobre esto. Vosotros debéis, sin embargo, reconocer el mal como lo que es, porque Satanás lo presentará siempre como una buena cosa. Su táctica favorita es presentar una visión distorsionada (deformada) de Mis Enseñanzas e incluir dentro de ella grandes decepciones, que sólo serán identificadas por aquellos en donde el Espíritu de Dios reside dentro de sus almas. Así muchos esparcen diferentes versiones de Mi Doctrina y crean sus propias interpretaciones y esto confunde a muchos. Cuando aquellos que dicen conocerme me crucifiquen, atormentando a los que están a Mi servicio, entonces reconoced que ellos no son de Mí -- porque, ¿cómo podrían serlo?
Estad en paz, porque todo lo que necesitáis saber está contenido en Mi Santa Palabra. Mi Palabra es muy sencilla, fácil de entender, pero no tan fácil para vivir. Vivid de (según) Mi Palabra y el amor será la fuerza impulsora detrás de cada palabra que pronunciéis, de cada acto que hagáis y de cada gesto (expresión) realizado por vosotros. Cuando no observéis amor, de las bocas de los que profesan ser santos, entonces no es la Palabra de Dios la que estáis escuchando. En su lugar, vosotros estáis escuchando una interpretación humana, la cual es imperfecta.
Cualquier cosa, que no proviene(surge) de Mi Divinidad, no es de Mí.
Vuestro Jesús
