Martes 8 de julio de 2014 a
las16:00 hrs.
Mis dulces hijos, ¿No sabéis
que ha sido por el Amor de Dios a todos vosotros
que Él me permitió anunciar Su Santísima Palabra en cada aparición
mía, la Madre de Dios, que tuvo lugar en el mundo?
Era el deseo de mi bienamado
Hijo, Jesucristo, que me diera a conocer, para que la conversión a la Verdad
pudiera suceder. Y así será en todos mis santos santuarios, en el mundo entero,
que Dios dará a conocer la Verdad hasta que el Gran Día del Señor amanezca. Todos
vosotros debéis uniros para dar gloria a Dios en todos mis santuarios, para que
Él, en Su Misericordia, derrame grandes Gracias incluso sobre las almas menos
merecedoras, porque ellas son las que Él más busca.
No solo son los bien educados en
materia de los Santos Evangelios que Él, mi Hijo, quiere que vengan a
mí. No, son los que sienten un vacío dentro de su corazón, donde
sin importar lo mucho que busquen la paz interior, son incapaces de
encontrarla. Muchas personas buscan felicidad, paz y gozo en esta vida y
rara vez los encuentran. Ellas nunca pueden encontrar la paz verdadera si
no pueden encontrar el amor. Solo el amor por los demás puede
traeros cerca de Dios, porque sin amor nunca encontréis a Dios Presente.
Yo os pido, queridos hijos, que
vengáis a mí, la Madre de la Salvación, y me pidáis que ore, para que Dios
os llene con Su Amor. Cuando vosotros recitéis esta
oración yo le rogaré a mi Hijo, para que responda a vuestro llamado. Buscad
el amor y mostrad lo que tenéis de amor en vuestros corazones por los
demás y compartidlo. Cuando lo hagáis, mi Hijo os llenará de tanto amor,
que después estaréis dispuestos para compartirlo entre vosotros. El amor
erradicará el odio. Si sentís algún tipo de odio hacia otro ser humano,
entonces debéis suplicar a mi Hijo, Jesucristo, para que os libre de esta
infestación(plaga).
Cruzada de Oración (159) Súplica
por el Amor de Dios:
Oh, Madre de la Salvación, te
pido que intercedas por mí mientras yo suplico por el Amor de Dios. Llena
mi alma, un recipiente vacío, con el Amor de Dios, para que cuando se esté
desbordando, se derrame sobre las almas por las que lucho por mostrarles compasión.
Por el Poder de Dios, pido que
yo sea liberado de cualquier sentimiento de odio que pueda albergar por
aquellos que traicionan a tu Hijo.
Hazme humilde de espíritu, y
lléname con generosidad del alma para que yo pueda
seguir las Enseñanzas de Cristo y extender Su Amor a cada parte de mi
vida. Amén.
Del amor se habla, como si fuera
fácil de sentir, pero para muchos esto requiere gran humildad desprovista
de todo ego. Si no os humilláis ante Dios, no sentiréis Su Amor. Y
sin el Amor de Dios, no podéis prosperar. Solo con el Amor de Dios en
vuestras almas podéis difundir la Palabra de Dios.
Sin Su Amor, las palabras que
habláis en Su Nombre, serán estériles y carentes de vida.
Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación