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martes, 29 de julio de 2014

El intelecto humano no es capaz de comprender todo lo que es de Mí

Jueves 17 de julio de 2014 a las 17:17 hrs.


Mi muy querida bienamada hija, el mayor dolor que los que me aman deben soportar(padecer) es el de la oscuridad del alma. Cuanto más vosotros os unáis a Mí y en Mí, más voy a sufrir dentro de vosotros. Porque cuando Yo resido dentro de vuestra alma, más tendréis que soportar(padecer) el dolor debido a esto. 

Cuando un alma se vuelve parte de Mí, en completa unión, y cuando entrega su voluntad a Mí, Mi Presencia será más evidente en esa persona. Ella(la persona) atraerá sobre ella el odio de los demás, sentirá Mi Propia tristeza a medida que tenga que ser testigo de la iniquidad, la injusticia y la maldad a causa del pecado en el mundo. Sus sentidos se agudizarán, su comprensión de los asuntos espirituales - transmitidos como consecuencia de sufrir Conmigo – le revelarán muchas cosas, que despertarán dentro de ella un conocimiento más profundo con respecto a la batalla que existe entre Dios y Satanás.

Ella(la persona) comprenderá lo que ha envuelto a su alma, a su cuerpo y a sus sentidos, pero esto no quiere decir que va a resultarle fácil de aceptar. El intelecto humano no es capaz de comprender todo lo que es de Mí o todo lo que viene de Mí. Pero si ella va a confiar en Mí y a aceptar que todo lo bueno viene de Mí, entonces me permitirá crecer dentro de ella, por el bien de todos.

Puedo lograr grandes cosas si me permitís que Yo resida dentro de vuestra alma. Así a muchas personas se les puede dar Mi Regalo de Misericordia cuando permitís que Mi Amor se extienda/propague de esta manera. Es a través del alma víctima que Yo puedo intervenir para salvar las almas de los demás. Aceptad siempre que cuando Yo presento el Don del Sufrimiento trae grandes recompensas para la humanidad en conjunto. Mi Misericordia es Mi Regalo para vosotros. Aceptad las diferentes formas en las que trabajo, con agradecimiento, porque el dolor de estar en unión Conmigo será de corta duración. 

Aceptadme como Yo Soy, y no como creéis que Yo debería ser.

Vuestro Jesús