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domingo, 11 de mayo de 2014

Madre de la Salvación: Dios nunca permitiría que Su Palabra fuese cambiada o malinterpretada para adaptarse al hombre

Domingo 4 de mayo de 2014 a las 16:23 hrs.


Mi queridos hijos, cuando Dios envió profetas al mundo, ellos fueron simples mensajeros. Ellos fueron enviados para impartir la Verdad – la Palabra de Dios.

A lo largo de los siglos, muchos de los hijos de Dios malinterpretaron la misión/labor de los profetas. Algunos empezaron a idolatrar a los profetas, en vez de simplemente aceptar la Palabra de Dios y darle gloria a Dios. Ellos crearon dioses de los profetas, y los Mensajes entregados al mundo – incluyendo  aquellos de mi Hijo, Jesucristo – se volvieron menos importantes que los  profetas que los entregaban.

Hijos, los profetas de Dios, los ángeles de Dios, los visionarios y los videntes no eran merecedores de esta idolatría. Ellos todos fueron gente sencilla (común y corriente) con poco o sin ningún conocimiento de los asuntos Divinos, por lo cuál  ellos fueron  elegidos. Lo importante son los Mensajes, y los mensajeros son simplemente los transmisores de la Palabra. La Palabra de Dios, entregada a través de los profetas, nunca debe ser echada a un lado, mientras que el profeta es subido a un pedestal de su propio hacer.

La Palabra de Dios jamás debe ser ignorada. La Imágen de Dios jamás debe ser reemplazada por imágenes de Sus profetas, o de santos, que se hayan ganado Su Favor. Debéis pedir a los santos y a los profetas que intervengan en vuestro nombre (a vuestro favor), pero nunca debéis prodigar a ellos con alabanzas, las cuales deben ser reservadas para Dios, el Creador de todo lo que es divino. Lo mismo aplica al día de hoy. Debéis honrar primero a Dios, y ponerle/colocarle a Él delante de todo lo que sea. Vosotros debéis adheriros a la Palabra, la cual fue establecida desde el principio y nunca os desviéis de ella, ya que no se puede ni jamás podrá ser cambiada. La Palabra de Dios es definitiva.

Las Enseñanzas de mi Hijo fueron dadas a conocer a la humanidad cuando Él anduvo/caminó en la Tierra. Ellas explican sencillamente la Palabra en mayor detalle, pero nunca se desviaron de la Verdad. Hoy, el hombre sigue siendo el mismo que fue cuando mi Hijo vino la primera vez. El hombre sigue siendo débil, fácilmente influenciable y sigue siendo un pecador hoy, igual que lo fue entonces. Si algún profeta u hombre, que diga hablar en el Nombre de Dios, os dice que la Palabra debe ser adaptada para convenir a las necesidades actuales del hombre, entonces debéis estar en guardia. Si se os dice que la Palabra significa realmente algo completamente distinto, entonces no la aceptéis. Los hombres, incluyendo a aquellos que sirven a Dios, no tienen la autoridad de alterar la Verdad.

Cuando un hombre proclama estar divinamente inspirado y entonces cambia la Palabra para convenir al mundo secular, no debéis confiar en él. Dios nunca permitiría que Su Palabra fuese cambiada o malinterpretada para adaptarse al hombre. Recordad, cuando idolatráis al profeta y prodigáis alabanzas para él, vosotros ofendéis a Dios. Cuando aceptáis cambios de lo que está contenido en la Santísima Biblia, cualquiera que contradiga la Palabra de Dios, entonces os apartáis(cortáis el contacto) vosotros mismos de la Verdad. Si aceptáis falsedades, como un medio para servir a Dios, con/según vuestras propias condiciones, entonces os separáis de Dios.

Vuestra bienamada Madre
Madre de la Salvación