Sábado 12 de abril de 2014 a las 15:42 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, cuando Dios interviene en el mundo, a través de Sus profetas elegidos, la Palabra es como una Espada. Ella corta directamente al corazón y causa una reacción doble en el interior del alma. Por una parte, provee gran perspicacia y entendimiento, pero por la otra, puede ser difícil de aceptar. Esto es porque la Verdad nunca es fácil cuando es recibida, ya que puede ser dolorosa.
En un mundo en donde Satanás impera como rey, la Verdad siempre mostrará el lado feo. Ella causará angustia en los corazones de muchos. La perversión casi siempre viene vestida con un revestimiento de colores, pero cuando se le desnuda de todas sus atractivas capas, lo que queda es un núcleo muy desagradable.
Mucha gente encuentra difícil aceptar que ciertos actos o hechos son retorcidos, debido al engaño del maligno. Toda forma de maldad, ocasionada por la mano de Satanás, está cuidadosamente camuflada, para que así sea fácilmente justificada en las mentes de los inocentes, quienes aceptarán tal perverso engaño sin ningún reparo/remordimiento. Ellos estarán sin enterarse. ¿Qué esperanza, os preguntaréis entonces, tendrá el hombre pues, cuando sea seducido por el anticristo, quien será amado e idolatrado por sus grandes actos de caridad? La respuesta es la oración. Vuestra esperanza se encuentra en vuestras oraciones, porque cuando rezáis para libraros del malvado, Yo responderé a vuestra llamada.
Mi Amor y vuestra fe, combinados, serán la Espada de Salvación, por la que aquellas almas inocentes, que serán fácilmente engañadas por la bestia, pueden ser salvadas y entonces el Reino será Mío. Yo vendré pronto a reclamar Mi Trono Legítimo y por lo tanto, jamás debéis perder la esperanza.
Vuestro Jesús