Viernes 14 de febrero de 2014 a las 22:00 hrs.
Mi queridísima bienamada hija, cuando un hombre dice que es
conocedor de la ciencia, tendrá que probar esto, con el fin de que
vosotros creáis en él. Cuando un profesor dice que sabe de muchas cosas,
vosotros sabréis lo bueno que es, si podéis aprender de él. Cuando un
hombre de Dios dice que lo sabe todo acerca de Dios, él puede impartir esta
información y vosotros estaréis instruidos. Pero, cuando un hombre de Dios dice
que está inspirado por el Espíritu Santo, lo conoceréis solo por los frutos que
produce, y no por los conocimientos que imparte.
Cuando el Espíritu Santo está en acción esto dará lugar a
muchos frutos, que se presentarán de la siguiente manera: Las personas que
se sienten atraídas por el Espíritu Santo serán atraídas más cerca de Dios.
Amarán a los demás con una mayor intensidad que antes. Ellos compartirán su
amor. Entonces, ellos van a querer pasar más tiempo en oración y,
especialmente, si van a rezar por las almas de los demás, en lugar de por sus
propias intenciones.
El Amor de Dios se hará más profundo y más personal. Y, en
la medida que le permitan al Espíritu Santo que los envuelva, van a sentir una
necesidad urgente de entregarse plenamente a la Voluntad de Dios. Los que
están inspirados por el Espíritu Santo, no mostrarán odio hacia aquellos
que los desprecian. En su lugar, se esforzarán, mediante la oración, para
pedirme a Mí que salve esa alma.
El Amor de Dios sólo puede penetrar en el alma por el Poder
del Espíritu Santo. El alma siempre sentirá paz y tranquilidad, a pesar del sufrimiento
que ellos inevitablemente tendrán que soportar, entre más se acerquen a Mí, su
Jesús.
Yo no divido a la gente. Conduzco a los benditos – aquellos
con suficiente amor, nacido de un profundo sentido de la humildad de Dios –
dentro de Mi Sagrado Corazón. Una vez instalados dentro de Mí, su único
deseo es de traerme almas. Cuando verdaderamente se convierten en Míos, en
unión Conmigo, van a ser objetos de odio. El odio mostrado a ellos no les
importará, porque no me abandonarán, si su amor por Mí es lo suficientemente
fuerte. Ellos pueden caer, de vez en cuando, ya que serán un objetivo de la
opresión. Sentirán el dolor del rechazo - así como Yo me siento. Ellos serán
burlados, castigados y llamados tontos - al igual que Yo lo fui. Ellos sentirán
una pesada carga debido a la forma en que van a ser desterrados- igual como Yo
lo fui. Su conocimiento y su sabiduría, dada a ellos por el Espíritu
Santo, serán brutalmente condenados y, sin embargo, lo que dicen en Mi Nombre,
se mantendrá arraigado en la memoria de todos los que entran en contacto con
ellos.
Por lo tanto, Mis amados discípulos, pensad en Mí, mientras
Yo camino entre vosotros. Vosotros podréis no verme, tocarme o mirar dentro de
la Luz de mi Rostro, pero sabed que Yo estoy con vosotros, tal como Yo Estuve
cuando caminé en la Tierra con Mis amados apóstoles. No busco a los
inteligentes, a los de conocimiento o a los diligentes de la sociedad - aunque
les doy la bienvenida y los abrazo, como lo hago con todos los hijos de Dios.
Yo no busco la aprobación de los eruditos, los exaltados entre vosotros, los
líderes de vuestros países o iglesias. No busco el sello de aprobación, que el
hombre desea tan ardientemente. En su lugar, Yo busco a los mansos, a los
humildes y a los que solo se preocupan por el bienestar de los demás, más allá
de sus propias necesidades. Estas son las almas que han sido bendecidas por Mi
Mano. Su amor por los demás es espejo de Mi Propio Amor. Ellos aceptan el
sufrimiento lo mismo que Yo y es de poca importancia para ellos. Estas personas
son la columna vertebral del Cristianismo y el Espíritu Santo está arraigado en
sus almas, por el bien de todos los hijos de Dios.
Nunca os avergoncéis del Don del Espíritu Santo. Sufrid en
silencio cuando seáis atormentados, sufriendo formas viles de crueldad, cuando
seáis calumniados, abusados o burlados en Mi Nombre, porque cuando os quedáis
agachando la cabeza, el diablo y todas esas almas desafortunadas que
utiliza para atormentarles, fallarán en sus intentos de alejaros de Mí.
Poneos de pie y declarad lealtad a Mí con una ligereza de
corazón y pureza de alma y Yo os bendeciré con el Don de la Paz y Tranquilidad.
Vuestro Jesús