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miércoles, 26 de febrero de 2014

Muchos de vosotros que decís ahora que me amáis, me traicionaréis como lo hizo Judas

Sábado 22 de febrero de 2014 a las 18:35 hrs.


Mi queridísima bienamada hija, del dolor vendrá la alegría, de la desesperación vendrá la esperanza y de la persecución vendrá la libertad, si todo me lo entregáis a Mí en plena confianza y para la Gloria de Dios.

Todas las criaturas del Cielo, sobre la Tierra y debajo de la Tierra se arrodillarán ante el Señor – todos, sin excepción.  Pero el hombre,  débil y caído, no le da Gloria a Dios – incluso los más devotos y santos – cuando fracasan en rendirse completamente ante Mi Padre, a través de Mí, Su único Hijo, Jesucristo. Mientras el espíritu del mal exista en el mundo, el hombre no será digno de permanecer de pie ante Mí. No podréis arrodillaros ante Mí, cuando estéis llenos de vuestra auto-suficiencia. Yo no os puedo oír, cuando me excluís, como los tiranos que seréis, cuando Satanás os llene vuestras mentes con pecados de los sentidos. Solo aquellos que vengáis ante Mí limpios, habiéndoos reconciliado Conmigo, podréis estar ciertamente unidos Conmigo.

Cuando camináis como reyes y mandáis a otros, cuando os sentáis sobre tronos terrenales, nunca podréis ser sirvientes Míos. Cuando me servís de verdad, sin importar cual sea vuestra labor, siempre hablaréis la Verdad. Siempre sabréis que cuando proclamáis Mi Santa Palabra, ella siempre os acarreará muchas críticas. Pronto, la Verdadera Palabra ya no será más mencionada por aquellos que infiltran Mi Iglesia en las altas esferas, pretendiendo amarme pero que, en realidad, me detestan. Entonces, a fin de que vosotros, los creyentes, permanezcáis Conmigo y en Mí, necesitaréis mucho valor.

¿Cuántos de vosotros tenéis este valor? ¿Cuántos de vosotros seréis capaces de sufrir la persecución, la cual llegará cuando proclaméis la Verdad? Así que es así, con pesar de corazón, que os debo informar de que muchos de vosotros, que decís ahora que me amáis, me traicionaréis como lo hizo Judas. Por eso, cuando Mi Santa Palabra sea cambiada, para así convertirse en un recipiente vacío y estéril, muchos de vosotros aceptaréis esta falsa doctrina. Muchísimos de vosotros rechazaréis esta Misión y le daréis la espalda a Mi Cáliz de Salvación.

Debéis recitar esta Cruzada de Oración, para que os ayude a permanecer fieles a Mi Palabra.

Cruzada de Oración (136) Para mantener Tu Palabra

Queridísimo Jesus, ayúdame a escuchar Tu Palabra. Vivir Tu Palabra. Hablar
Tu Palabra. Impartir Tu Palabra.
Dame las fuerzas para ensalzar la Verdad, incluso cuando sea perseguido por ello. Ayúdame a mantener Tu Palabra viva cuando sea ahogada por Tus enemigos.
Déjame sentir Tu Coraje cuando esté decaído
Lléname de Tu Fuerza cuando esté débil.
Dame la Gracia de permanecer digno, cuando las
puertas del Infierno prevalezcan contra Mí, por permanecer leal a Tu Santísima Voluntad.
Amén.

Todos los demonios del Infierno, maldicen esta Misión, Mi última en la Tierra. Requerirá gran resistencia, tremendo valor y un profundo amor por Mí, vuestro Jesús, para permanecer leales a Mí. Los débiles caerán primero. Los tibios serán los siguientes y luego solo aquellos que permanezcan puros de corazón y sin miedo se quedarán aguantando de pie.