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domingo, 19 de enero de 2014

La gente que vive en el mundo de hoy, no es diferente de aquella que vivió hace miles de años

Sábado 11 de enero de 2014 a las 10:48 hrs.


Mi queridísima bienamada hija, Yo quiero que el mundo sepa cuanto quiero al hombre, pues Yo amo incluso al más miserable/humilde, al más atormentado y al más desmerecedor. Quienquiera que crea que Yo pongo a un hombre delante de otro, no me conoce. Yo puedo tener más favor hacia ciertas almas, especialmente almas elegidas, pero no les amo más, ni menos, que a las almas de los afligidos.

Miro a cada alma con Amor en Mi Corazón. Me aferro a cada uno de vosotros, porque vosotros sois Míos - de Mi Padre. Mientras Yo puedo estar ofendido por vuestras debilidades y enfadado hacia vuestros deseos e intenciones malos, Mi Amor por vosotros nunca muere. Todos los pecadores son amados por Dios – no importa lo que hayan hecho. Dios tiene el Poder definitivo sobre el destino de cada alma y este Poder es Suyo.

Yo tengo la sola Autoridad de Juzgar. A ningún hombre de entre vosotros le ha sido dado este derecho. Cuando él juzga a otro, de ser culpable de pecado, debe castigarle a esa persona a través de la penitencia, no la muerte. Ningún hombre, juez, líder político o miembro de Mi Iglesia en la Tierra, puede jamás condenar a un hombre a morir, por sus pecados – sin importar cuán perversos hayan sido. Ningún hombre puede condenar a otro al Infierno, porque cuando él declara a un alma de ser maldita, entonces será él, en su lugar, quien será maldito, sin importar por cuantos sagrados actos haya llevado a cabo en Mi Nombre.

Cómo gastáis de tiempo en condenaros los unos a los otros, en vez de aceptar el Don que se os fue dado – el Don del amor de unos a los otros. Amad el Don que se os dio por Dios y el cual es vuestro para darlo de la manera que deseéis – siempre que sea de acuerdo a la Voluntad de Mi Padre. Todavía, muchísimos que Me aman a Mí, Jesucristo, creen que Yo apruebo cualquier acción que avive al odio entre los unos y los otros. Debéis saber que, en lugar de eso, Yo simplemente quiero que os améis los unos a los otros y permanezcáis inalterables a la Palabra de Dios, la cual está contenida en ambos: en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.

La Palabra es eterna – no cambia – nunca. La gente que vive en el mundo de hoy, no es diferente de aquellos que vivieron hace miles de años. Puede que vosotros  tengáis más conocimiento y más información, pero no sois mejores que ninguna generación, que llegó antes que vosotros. El hombre es mortal. Nada cambiará en este sentido, hasta que Yo os traiga la Vida Eterna.

Parad y pensad. Mis instrucciones son aún las mismas que las dadas a la humanidad durante Mi Tiempo en la Tierra. La única diferencia ahora es que, a causa de los avances en la ciencia, mucha gente cree que son más grandes que Dios. Muchos creen tantísimo en su inmortalidad, que han decidido no aceptar que fueron creados por Dios. Muchos piensan que tienen el poder de reescribir las Leyes de Dios.

Muchos han decidido levantar una nueva Torre de Babel y cuando lo hagan, se vendrá abajo con una sola barrida de la Mano de Mi Padre. Entonces el hombre se dará cuenta de que la vida solo existe con Dios y por Dios, en concordancia con la Voluntad de Dios. No hay vida sin Dios.

Vuestro Jesus