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viernes, 24 de enero de 2014

Cada palabra que pronuncias en esta Misión viene de Mí. Cada acción que realizas viene de Mí.

Viernes 17 de enero de 2014  a las 20:42 hrs.


Mi queridísima bienamada hija, estate tranquila cada vez que afrontes los muchos obstáculos, que tú y todos Mis seguidores enfrentáis a diario en este trabajo para salvar almas.

Recordad siempre que Satanás no parará de atormentar esta y otras misiones, las cuales son auténticas, pues ellas vienen de Dios. Las misiones auténticas, las cuales bendigo Yo hoy, y aquellas que Yo bendije a través de los siglos, siempre sufrieron, por su oposición.

Sólo las misiones, que verdaderamente vienen de Dios, atraen tal odio. Solo verdaderos profetas atraen el odio. Moisés, Elías, Noé y Juan el Bautista, y otros como ellos fueron odiados, por la influencia de Satanás sobre las almas débiles. Solo Yo, Jesucristo, uno de los cientos de profetas durante Mi Tiempo en la Tierra, atraje el tipo de odio, que fue infligido sobre Mí. Y ahora, solo tú, Mi último profeta, atraerás odio de una categoría no vista desde hace mucho tiempo – aunque otros, como tú, han sufrido en tiempos recientes.

Cuando tengas que soportar oposición en el Nombre de Dios, sabe que, cuando la Santísima Trinidad presenta la Palabra a la humanidad a través de un profeta, será de la peor clase. Si no fuera por la Asistencia Divina dada a ti, tú huirías de terror. Mi padre te protege, pequeña Mía, y por lo tanto tú debes avanzar paso a paso hacia delante siempre a sabiendas que Él desea almas, por cada palabra que sea pronunciada de tus labios, por cada palabra que sea dibujada por tu mano y por cada alma a la que puedas llegar. Todo este sufrimiento me traerá más almas.

Ten por seguro que el tiempo para que Yo vuelva para reclamar Mi Trono está cerca y a medida que se acerca más el Día, muchas tácticas serán utilizadas para hacerte tropezar en esta Misión. Cada mentira será lanzada contra ti, cada piedra tirada, cada tormento tu destino, y cada enemigo de Dios colocado en cada ruta que te gires. Pero, como Redentor de la humanidad, Yo aseguraré que cada zarza sea cuidadosamente quitada, cada piedra echada a un lado, y cada camino despejado, para que tú triunfes en traer Mi Palabra ante el mundo, en un momento cuando Yo sea de todo, menos olvidado.

Yo camino contigo, hija Mía. Yo apoyo Mi Mano en tu hombro izquierdo, para refugiarte del maligno y guiarte en todos los sentidos. Cada palabra que pronuncias en esta Misión, viene de Mí. Cada acción que haces viene de Mí. Cada sufrimiento que soportas, es Mío. Tu voluntad es Mía, porque me la diste y ahora Yo resido completamente dentro de ti. Cuando te hieren, ellos me insultan. Cuando se burlan de ti, ellos niegan la Verdad. Cuando ellos niegan la Palabra, ellos me niegan, pero cuando ellos aceptan Mi Palabra, dada a ti, ellos se vuelven parte de Mí y por lo tanto a ellos también les es dada Mi Protección.

Ve ahora, hija Mía, y nunca te inquietes cuando el odio te sea mostrado en esta Misión, porque tú y todos los que escuchan Mi Llamada estaréis entonces sin ninguna duda de Quien es al que ellos se oponen. No sois vosotros, sino Yo, Jesucristo, al que echan a un lado. Cuando estás por Mí, Conmigo, en Mí y habláis Mi Palabra – sois cerdaderamente un hijo de Dios.

Vuestro Jesus

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