Domingo 22 de diciembre de 2013 a las 15.19 hrs.
Hija mía, por favor, que se sepa que mi precioso Hijo
se está preparando para Su Gran Intervención de Misericordia. El mundo será
renovado como resultado, y muchos se regocijarán en su ser-nuevo de libertad
encontrada a la duda sobre la existencia de Dios.
Qué solitarios están aquellos que no conocen a mi Hijo.
Cuando mi Hijo estaba sobre el monte, justo antes de Su Ascensión al Cielo, Sus
discípulos estaban confundidos y asustados por la separación que tendrían que
afrontar sin Él. Muchos de ellos entraron en pánico y pidieron a mi Hijo que no
los dejara. Él les consoló con paciencia explicándoles que esta separación sólo
sería temporal y que Él les enviaría ayuda. La ayuda a la que Él se refería era
el Don del Espíritu Santo. Entonces Él les dijo: " No temáis, porque con
la ayuda de Aquel que voy a enviaros, no estaréis solos. Siempre voy a estar
con vosotros en la Forma del Espíritu Santo".
Pues, aunque Él les dijo a todos ese día que Él vendría de
nuevo, ellos no entendieron realmente lo que Él quiso decir. Algunos pensaron
que serían semanas antes de que Él se diera a conocer. Pero, recordad, un día
en el Tiempo de Dios, puede ser en cualquier momento. Ahora que el Día se
está acercando y todas las profecías predichas, en cuanto a las señales de los
tiempos del fin, están pasando/sucediendo. No tengáis miedo en vuestros
corazones, queridos hijos, porque el tiempo de regocijo es casi sobre vosotros.
No habrá más lágrimas o tristeza, pues el Gran Día de mi Hijo amanecerá pronto
y Él reunirá a todos los Suyos en Sus brazos Sagrados.
Orad por las Grandes Bendiciones de Dios y por la Gran
Misericordia, que mi Hijo guarda, en gran abundancia, para cada uno de los
hijos de Dios. Esto incluye al bueno, al malo y al indiferente. Por el
milagro de la Iluminación de la Conciencia, Él, mi Hijo, traerá alegría, amor y
esperanza para el mundo.
Sed agradecidos por esta Gran Misericordia. El Amor de mi
Hijo por vosotros nunca morirá, desaparecerá o será retenido, porque Le
pertenecéis. Sois de Él. Vosotros sois los hijos de Dios. Vosotros no
pertenecéis a Satanás.
Orad, orad, orad para que la Humanidad elija la Mano
Misericordiosa de mi Hijo, sobre el engaño y el dominio impío, que el maligno
ejerce sobre los débiles.
Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación