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lunes, 30 de diciembre de 2013

Madre de la Salvación: Por el milagro de la Iluminación de la Conciencia, Él, mi Hijo, traerá alegría, amor y esperanza para el mundo

Domingo 22 de diciembre de 2013  a las 15.19 hrs.

Hija mía, por favor, que se sepa que mi precioso Hijo se está preparando para Su Gran Intervención de Misericordia. El mundo será renovado como resultado, y muchos se regocijarán en su ser-nuevo de libertad encontrada a la duda sobre la existencia de Dios.

Qué solitarios están aquellos que no conocen a mi Hijo. Cuando mi Hijo estaba sobre el monte, justo antes de Su Ascensión al Cielo, Sus discípulos estaban confundidos y asustados por la separación que tendrían que afrontar sin Él. Muchos de ellos entraron en pánico y pidieron a mi Hijo que no los dejara. Él les consoló con paciencia explicándoles que esta separación sólo sería temporal y que Él les enviaría ayuda. La ayuda a la que Él se refería era el Don del Espíritu Santo. Entonces Él les dijo: " No temáis, porque con la ayuda de Aquel que voy a enviaros, no estaréis solos. Siempre voy a estar con vosotros en la Forma del Espíritu Santo".

Pues, aunque Él les dijo a todos ese día que Él vendría de nuevo, ellos no entendieron realmente lo que Él quiso decir. Algunos pensaron que serían semanas antes de que Él se diera a conocer. Pero, recordad, un día en el Tiempo de Dios, puede ser en cualquier momento. Ahora que el Día se está acercando y todas las profecías predichas, en cuanto a las señales de los tiempos del fin, están pasando/sucediendo. No tengáis miedo en vuestros corazones, queridos hijos, porque el tiempo de regocijo es casi sobre vosotros. No habrá más lágrimas o tristeza, pues el Gran Día de mi Hijo amanecerá pronto y Él reunirá a todos los Suyos en Sus brazos Sagrados.

Orad por las Grandes Bendiciones de Dios y por la Gran Misericordia, que mi Hijo guarda, en gran abundancia, para cada uno de los hijos de Dios. Esto incluye al bueno, al malo y al indiferente. Por el milagro de la Iluminación de la Conciencia, Él, mi Hijo, traerá alegría, amor y esperanza para el mundo.

Sed agradecidos por esta Gran Misericordia. El Amor de mi Hijo por vosotros nunca morirá, desaparecerá o será retenido, porque Le pertenecéis. Sois de Él. Vosotros sois los hijos de Dios. Vosotros no pertenecéis a Satanás.

Orad, orad, orad para que la Humanidad elija la Mano Misericordiosa de mi Hijo, sobre el engaño y el dominio impío, que el maligno ejerce sobre los débiles.

Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación