Domingo 15 de diciembre de 2013 a las 16:45 hrs.
Mi amadísima hija, la humanidad ignora de las Leyes Divinas
y la Divina Voluntad de Mi Padre. El hombre es una criatura de Dios y,
como tal, no se le ha dado el Don del Conocimiento en relación a muchos
secretos que sólo son conocidos por los ángeles y santos en el Cielo. Por
lo tanto, un hombre no puede decir que él sabe por qué Mi Padre permite que
ciertos acontecimientos tengan lugar en el mundo, mientras que otro hombre
afirma que está al tanto del origen del universo. El hombre es un simple
servidor de Dios, pero Dios, debido a que quiso crear al hombre a Su perfecta
Imagen, le concedió muchos dones y talentos. Él nunca le dio al hombre el
Conocimiento del Árbol de la Vida y esto fue por una razón. El hombre destruyó
su posición a los Ojos de Dios, cuando Adán y Eva se separaron de Él, a causa
del pecado del orgullo. El pecado del orgullo continúa hoy día y es la causa en
gran parte de la separación de Dios. El orgullo es un rasgo/característica peligroso
porque convence al hombre que él es más grande que Dios. El orgullo tienta/seduce al
hombre para interferir con las Leyes de la Divinidad de Dios. Esto incluye la
creencia de que el hombre tiene el derecho de decidir a quien se le da el
Regalo de la Vida y quien tiene el derecho de quitarla.
El orgullo también convence al hombre de que él sabe cómo
fue creado el universo, cuando él es, de hecho, ignorante de tal milagro. Sólo
Dios tiene el Poder para crear cualquier cosa. Sólo Dios puede decidir cuánto
le permitirá al hombre explorar o manipular Su Creación. Sin embargo, el hombre
cree que él sabe todas las respuestas. Cuando el hombre cree que él
controla su propio destino, y el destino de los demás, cae en error grave
porque cuando él imita el pecado de Lucifer, será arrojado fuera. Cuando el
hombre se niega a responder a su Creador, Él ya no estará ahí para consolarlo
en el último día.
No debéis nunca permitir que el orgullo os convenza de que
sabéis todas las cosas de este mundo y más allá de él, porque esto es imposible.
En cambio debéis escuchar, aceptar las instrucciones establecidas en los
Santos Evangelios, para que podáis vivir en paz y de acuerdo a la Voluntad de
Mi Padre. Pues cuando os humilléis ante Él, Él os mostrará gran gloria y
entonces comprenderéis el gran misterio de Su Reino Glorioso en el último día.
Vuestro Jesús