Jueves 12 de diciembre de 2013 a las 23:15 hrs.
Mi amadísima hija, ya que el tiempo para Mi Cumpleaños
se acerca, deseo que todos los cristianos de todas partes consideren/reflexionen en
el porqué de Mi Nacimiento.
Mi Nacimiento fue planeado por Mi Padre por Su Gran
Misericordia y Su extraordinario Amor por Sus hijos. Su mayor sacrificio fue
enviar a Su único Hijo, engendrado por Él, a un mundo ingrato, lleno de
pecadores, que no quisieron conocerle en Sus Términos. Cada intervención, a
través de los profetas, se hizo para tratar de convertir sus corazones
endurecidos para que buscaran la Gloria de Él. Pero se volvieron contra Él y
mataron a los profetas, que los alimentaron con el Alimento para sus almas.
Al enviar a un niño inocente, Su único Hijo, al mundo, Él se
colocó a Sí mismo como un humilde servidor de carne humana, ante aquellos que
se suponían servir a su Maestro. El Maestro, por lo tanto, se convirtió en
el Servidor lo que fue la mayor forma de Humildad. Apesar de todo, Él amaba
tanto a Sus hijos, que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para ganarles de
vuelta, desde el engaño y tentación de Satanás.
Durante toda Mi infancia Yo sabía Quién era y qué era lo que
se esperaba de Mí. También estaba muy asustado y abrumado por saber Quién Yo
era y lo que se esperaba de Mí. Porque era un humano, sufrí de miedo. Era
herido fácilmente. Amé a todos los que entraron en contacto Conmigo y confié en
todos porque los amaba. Yo no sabía que me matarían, porque pensé que Mi Reino
había llegado. Había ciertas cosas que Mi Padre no me decía, Quien no se
comunicaba Conmigo, como vosotros pensáis. En cambio, recibí una ciencia
infusa, cuando Mi Padre lo decidió, en la tarea asignada a Mí, con el fin de
traer la salvación a todos.
Cada tipo de Intervención Divina se hizo para ganarse a las
almas de aquellos que creían saber las Leyes de Mi Padre, pero que las
retorcieron para satisfacer sus propios deseos y egos.
Dediqué muchos años viviendo con Mi amada Madre y padre, San
José, al igual que cualquier familia. Los amé muchísimo y fuí feliz. Éramos muy
unidos y Mi Madre estaba dotada de Gracias especiales dadas a ella por el Poder
del Espíritu Santo. Esto significaba que ella sabía exactamente en qué
consistía Mi Misión. Ella sabía de las dificultades que tendría que enfrentar.
El rechazo. El ridículo. Pero tampoco ella sabía que Yo sería asesinado.
Fue después de los dos primeros años en Mi Misión, habiendo
dedicado veinte horas al día predicando la Verdad, que me di cuenta de que la
oposición había aumentado. Todos los que escucharon Mi Palabra estaban atentos
a ella, incluso cuando no podían comprender exactamente lo que Yo les estaba
tratando de decir. Muchos, que aceptaron que lo que Yo les dije era la Verdad,
encontraron difícil seguirme debido al ridículo con que se enfrentaban. De
cualquier manera, Mis enemigos no podían ignorarme. Yo era el tema de
muchos debates, mucha discusión y mucha fricción.
Propagaron terribles mentiras sobre Mí, incluyendo Mi Moral,
Mi Santidad y Mis Intenciones - y, sin embargo, no podían ignorar lo que hice,
lo que dije y lo que Yo les dije sobre el Reino de Mi Padre.
Fui traicionado por los que me amaban, pero a los que les
faltó el coraje para seguirme.
Por la Gracia de Mi Padre, sufrí todo este Dolor, hasta que
me quedó claro a lo que equivaldría finalmente. Supe, entonces, que ellos no me
aceptarían. Supe la Verdad, respecto al final, pero también sabía que Yo no
podía darme por vencido. Y de esta manera, a través del mayor acto de Humildad,
Dios, a través de Su Único Hijo, se convirtió en una Víctima y así permitió al
hombre infligir sobre Él un sufrimiento terrible, flagelación y muerte
violenta. Este acto, aparentemente cobarde por Mí parte, así como visto a los
ojos de Satanás, significó que él dudara de que Yo Era, de hecho, el Hijo del
hombre. Y de esta manera fue engañado. Satanás, por lo tanto, no podía
contrarrestar este Gran Acto de Humildad, pues no había nadie a quién tentar. Cuando
fui a Mi muerte, una víctima voluntaria y silenciosa, lleno de amor por la
humanidad, él, Satanás, no podía competir con este hecho, ya que él no posee
ninguna clase de humildad. Así que, fui voluntariamente y con un ardiente deseo
de salvar almas y dejarle al mundo el legado de la Vida Eterna. Mi Reino se
mantuvo sin embargo, en su mayor parte, bajo el dominio de Satanás. Las almas,
sin embargo, supieron la Verdad.
Ahora bien, para asegurar que la humanidad comprenda la
Verdad, vengo ahora a recuperar Mi Reino. Al hacerlo, he incurrido en
la ira de Satanás. Sus planes para ocultar la Verdad son elaborados y
sofisticados. Astutamente, él ha infiltrado Mi Iglesia en este su último
intento de negarme las almas que He venido a buscar. A las almas que tienen un
derecho natural al Reino Glorioso que les prometí. Esta vez él no va a ganar.
Pero muchas almas serán engañadas y, como tal, serán despojadas/privadas
del Regalo más Grande dado a la humanidad por Mi amado Padre. Vivir una vida en
la Gloria de Dios con un cuerpo y alma perfectos por la eternidad es vuestra.
De todos vosotros. No desperdiciéis esto al permitíros ser cegados a la
Verdadera Palabra de Dios.
Vuestro Jesús