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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Madre de la Salvación: La Iglesia de mi Hijo se convertirá en la sede del anticristo

 Martes 29 de octubre de 2013 a las 19:30 hrs.

Mi dulce niña, los Cielos todos se unen, en unión con mi Hijo, para acudir en ayuda de aquellos sacerdotes santos, quienes se encontrarán a sí mismos en medio de una gran batalla. Tantas de estas preciadas almas tendrán que soportar terrible dolor y sufrimiento cuando tengan que presenciar las herejías, las cuales surgirán de dentro de la Iglesia. Estarán confundidos, asustados y muchos sentirán que no tienen a dónde recurrir. Esto es cuando deben volverse a mí, pedirme que los Consagre a mi Hijo, para que Él pueda derramar sobre ellos cada gota de Su Preciosa Sangre. Cuando cubiertos con este Don, sabrán qué hacer. Ellos deben saber que he advertido a mis hijos, a lo largo de los siglos, de esta malvada apostasía, la cual está siendo planeada por el maligno.

La Iglesia de mi Hijo se convertirá en la sede del anticristo y ahora que la Verdad ha sido revelada, muchos se sentirán asustados y sufrirán el dolor de la Flagelación de mi Hijo. La Iglesia de mi Hijo será perseguida, destruida, profanada - hasta que eventualmente, albergará el trono sobre el cual se sentará el anticristo. Será desde aquí que él, el anticristo, declarará que él es el Cristo y que el mundo será salvado a través de él.

Al aceptar mentiras, niegan la Verdad. Al ignorar la Verdad, creerán en una telaraña de engaño fabricada, tejida por el maligno y esta los atrapará. Una vez atrapados, serán tentados a seguir a las multitudes, en cada nación, quienes prestarán gran respeto al anticristo. Por favor, hijos, reciten esta Cruzada de Oración para combatir la herejía, la cual cubrirá la Iglesia de mi Hijo en la Tierra.

Cruzada de Oración (125) Para defender la Santísima Palabra de Dios

Oh, Madre de la Salvación, ayúdame, un humilde siervo de Dios, a defender Su Santísima Palabra en tiempos de tormento. Conságrame, querida Madre, a tu Hijo, para que Él me pueda cubrir con Su Preciosa Sangre. Concédeme, a través de la intercesión de tu Hijo, Jesucristo, la gracia, la fortaleza y la voluntad para permanecer fiel a las Enseñanzas de Cristo en los tiempos de Tribulación, los cuales devorarán Su Santísima Iglesia en la Tierra. Amén.

Vayan a mi Hijo, queridos siervos de Cristo. Le pertenecen a Él. Él los ayudará durante la persecución. Él nunca los abandonará en su tiempo de necesidad.

Su amada Madre

Madre de la Salvación