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jueves, 3 de octubre de 2013

En Mi Segunda Venida juzgaré a cada persona que permanezca viva en la Tierra en ese momento, de acuerdo a lo que hayan hecho para la Gloria de Dios

Miércoles 18 de septiembre de 2013 a las 17:08 hrs.

Mi amadísima hija, cuando dije que vendría de nuevo a juzgar a los vivos y los muertos, quise decir eso justamente. El Primer Juicio debe ser cumplido y por esto, quiero decir que en Mi Segunda Venida juzgaré a cada persona que permanezca viva en la Tierra en ese momento, de acuerdo a lo que hayan hecho para la Gloria de Dios. Mi Juicio será duro, ya que Mi Misericordia habrá ya sido, para esa etapa, derramada sobre la Tierra.

Aquellos entre ustedes quienes permanezcan desafiantes hasta el final, a través de su rechazo de Mí – aunque la Verdad les habrá sido dada a conocer – serán echados lejos de Mí. Nunca aceptarán Mi Misericordia, sin importar cómo les suplique por su salvación. Su negación y odio por Mí les traerá sufrimiento eterno y Yo derramaré lágrimas amargas y dolorosas por ustedes. Oh, cómo ansiarán la comodidad de la Tierra, aunque desperdiciaron su tiempo allí en la malvada persecución de placeres y poder pecaminosos y donde oprimieron a otros. La Tierra parecerá como un paraíso perdido hace largo tiempo cuando griten por Mi Ayuda en las profundidades de la oscuridad.

Aquellos entre ustedes quienes me aman, pero cuyas almas han sido plagadas por el pecado, no deben tener miedo porque los devoraré con Mi Misericordia cuando la pidan. Todos los pecadores serán salvados una vez que se rediman a sí mismos a Mis Ojos, no importa cuán graves sus pecados sean.

Los vivos quienes están a Mi Favor serán elevados a Mi Glorioso Paraíso. Estos incluyen cada pecador, cada credo, cada raza, quienes han clamado a Mí, su Salvador, el Hijo del Hombre, y todos aquellos quienes me pidan que los salve.

Resucitaré a los muertos, aquellos quienes han sido purificados en las profundidades del Purgatorio, así como a aquellos quienes están esperando, pacientemente, en el Cielo, para la llegada de este Gran Día. El resto será desterrado.

Su tiempo en la Tierra ha sido decidido por Mi Padre y este día es todavía desconocido para Mí, pero les digo esto. Ustedes, de esta generación, serán reunidos y llevados a Mi Nuevo Paraíso cuando el Cielo y la Tierra se volverán uno. Se les ha sido dado el tiempo para prepararse, así que utilícenlo para asegurarse, ya que pueden tener Vida Eterna y compartirla con sus seres queridos. Ahora les pido que me consagren a cada ser amado, su familia, sus amigos y sus naciones, para que pueda cubrirlos con la Protección de Mi Preciosa Sangre.

Su Jesús