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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Gran regocijo tendrá lugar en todas partes. Esto durará 100 días

Viernes 30 de agosto de 2013 a las 20:24 hrs.

Mi amadísima hija, por favor asegúrate de que toda nación oiga Mis Profecías, para que ellos puedan prepararse a sí mismos para la maravillosa, renovada Tierra – el Nuevo Paraíso. Cada hijo de Dios tiene derecho a su herencia y así, como si estuvieran preparándose para una gran boda, deben empezar a planificar para este Gran Día.

Convoco a los judíos, musulmanes y cristianos, así como también a todos los otros credos, a escucharme ahora. Ni uno de ustedes dejará de ser tocado por la maldad del anticristo. Pero si se preparan ahora, se volverán inmunes al sufrimiento el cual infligirá al mundo, tomando el Sello del Dios Vivo y manteniéndolo en sus hogares.

Cuando la Palabra de Dios, la Verdadera Palabra, les es dada a conocer, deben detenerse y escuchar, ya que los conducirá a las Puertas del Nuevo Cielo y la Nueva Tierra. Este Nuevo Paraíso está en espera y se convertirá en el hogar de miles de millones de almas, incluyendo a aquellos quienes aguardan en el estado de Purgatorio y en el Cielo. Uniré a todos aquellos cuyos corazones estén abiertos al Mandato de Dios, quienes sentirán el Amor de Mi Misericordia.

Por favor no teman este Día, ya que les traerá gran felicidad, paz y gozo. Mi Reino los sorprenderá, debido a su asombrosa belleza. Muchos de ustedes temen Mis Mensajes porque creen que la Segunda Venida significa muerte - el fin. Pero esa sería una suposición incorrecta.

Aquellos de ustedes quienes vienen a Mí por voluntad propia, sin ningunas condiciones, con humildad y amor, no experimentarán el dolor de la muerte física. En cambio, se encontrarán, en un abrir y cerrar de ojos, en su nuevo entorno. Esto los impactará al principio y mirarán a su alrededor rápidamente para encontrar a sus seres queridos. Salvaré a tantas almas que ustedes estarán con sus familias, incluyendo aquellos a quienes aman, quienes ya están Conmigo en el Cielo y aquellos que liberaré de los fuegos del Purgatorio.

Gran regocijo tendrá lugar en todas partes. Esto durará 100 días. Mi Nuevo Paraíso tendrá solamente una religión, la Nueva Jerusalén, donde seré adorado, diariamente. Todos estarán en unión con la Santa Voluntad de Mi Padre. Habrá doce naciones, pero solo una lengua, ya que no permitiré la división.

Nombraré a los líderes y en cada nación no habrá ninguna escasez de comida, agua, hogares o vida. No habrá ninguna muerte, porque le daré a todos aquellos que entren, Vida Eterna. Todas las naciones trabajarán juntas para difundir la Palabra de Dios y la felicidad, la cual es imposible de obtener en la Tierra hoy, será uno de los mayores dones que les presentaré a ustedes. Ustedes serán amados muchísimo y me amarán a Mí, tal como Yo los amo a ustedes.

Muchos de ustedes se reunirán con generaciones de sus familias, yendo siglos atrás. Las generaciones continuarán y así verán a sus hijos e hijas casarse y producir hijos perfectos de Dios - cada uno bendecido con grandes Gracias. Ahí habrá designada una Cabeza de Mi Iglesia y su nombre es Pedro, ya que prometí que él formaría Mi Iglesia en la Tierra. Y así, en el Nuevo Paraíso él encabezará Mi Iglesia.

Oh, si solo pudiera mostrarles lo que les está por venir, llorarían lágrimas de alegría y se abrirían paso luchando a las Puertas. Así que por favor, todos ustedes, ignoren los intentos para detenerlos en su búsqueda por la Vida Eterna. Ignoren a aquellos que les dicen que Yo no existo. No den crédito a aquellos quienes usan Mi Santa Palabra para convencerlos de que Yo no les hablo ahora a través de estos Mensajes.

Deben luchar para que a todos ustedes les sea dada esta gloriosa herencia, ya que ningún hombre tiene el derecho de negar a otro esta gran herencia, la cual le pertenece a todos y cada uno, sin importar cuán ennegrecida su alma pueda estar. Les estoy dando las herramientas para traerme almas, en todas partes, para que juntos podamos destruir la obra de Satanás y avanzar rápidamente hacia el Nuevo Mundo.

Mi paz esté con ustedes.

Su Jesús