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miércoles, 14 de agosto de 2013

Madre de la Salvación: Esta guerra, para defender la Palabra de Dios, significará que aquellos sacerdotes, quienes sí se mantengan fieles a Él, tendrán que buscar refugio

Lunes 5 de agosto de 2013 a las 13:05 hrs.

Mis queridos hijos, este va a ser un tiempo de grandes pruebas en su fe. La Iglesia Católica será la Iglesia en la cual la gran división comenzará. Será en esta Iglesia que los sacerdotes de mi Hijo sufrirán más, durante la gran apostasía, la cual muy pronto, tendrá que padecer desde adentro.

Para aquellos de los fieles sacerdotes de mi Hijo, quienes serán desgarrados en dos por la indecisión, deben estar conscientes de la necesidad de permanecer en unión con el Cristo Misericordioso. Nunca deben sentirse tentados a abandonar Su Iglesia, al aceptar falsedades de aquellos de entre ustedes quienes han caído dentro de grave error. Deben reverenciar a mi Hijo a toda costa y guiar a Su pueblo en el sendero a la santidad, sin importar cuán difícil sea esto para ustedes.

Aquellos de ustedes quienes continuarán llevando a cabo la Misa tradicional, serán atormentados hasta que estén de acuerdo en abandonarla completamente. Muchos dentro de sus órdenes religiosas los traicionarán con el enemigo a sus espaldas. Ustedes, así como mi Hijo antes que ustedes, serán llevados ante aquellos que claman ser sus compañeros y serán acusados de herejía, por insistir en continuar mostrando respeto por el Santísimo Sacrificio de la Misa.

Las nuevas palabras, la cuales ascenderán a la más vil profanación del Cuerpo de mi Hijo, serán forzadas sobre aquellos siervos sagrados que se atrevan a objetar.

Será dentro de la Iglesia Católica que hermano combatirá hermano, hermana contra hermana, padre contra hijo, hijos contra padres, hasta que haya dos lados.

Esta guerra, para defender la Palabra de Dios, significará que aquellos sacerdotes que permanezcan fieles a Él, tendrán que buscar refugio. Para hacer esto, ustedes deben comenzar a prepararse y a encontrar tales lugares donde serán capaces de ofrecer la Santa Misa y proveer los Sacramentos a los hijos de Dios.

Yo, la Madre de la Salvación, protegeré tales refugios y por la colocación del Sello del Dios Vivo, dado al mundo por mi Padre, en las paredes interiores, permanecerán invisibles a los enemigos de Dios.

No tengan miedo de estas cosas, porque si se preparan bien, dirigirán a los hijos de Dios a la salvación. Si ustedes no hacen caso a esta advertencia, serán tomados cautivos en mente, cuerpo y alma, por los enemigos de mi Hijo y la salvación no será suya.

Aquellos que realizan los mandatos del falso profeta necesitarán mucha oración, ya que algunos de ellos están ciegos a la Verdad. Otros, quienes sabrán la Verdad, pero que estarán de parte de aquellos que negarán la muerte de mi Hijo en la Cruz, son de temer. Ellos infligirán daño terrible sobre los inocentes seguidores de Cristo.

Al permanecer leales a la Verdad, ustedes dirigirán al Ejército Remanente de mi Hijo, para que se convierta en una fuerza formidable, contra el maligno y aquellos que él dirige en su lucha contra los verdaderos siervos de mi Hijo en la Tierra.

Ustedes deben, cuando llegue el momento, rehusarse a aceptar dirección de aquellos que profanarán la Palabra de Dios y que a través de sus mentiras y nuevas doctrinas obscenas, engañarán a muchos. Aquellos que acepten cualquier distorsión de la Misa o de los Santos Sacramentos, serán responsables ante mi Hijo. Porque ustedes se habrán convertido, involuntariamente, en siervos del maligno y muchas, muchas almas se perderán, ya que serán atraídas dentro de rituales, los cuales rendirán homenaje a Satanás. Estos rituales honrarán al falso profeta y al anticristo, quienes son enemigos de Dios.

Oren, oren, oren para que la Verdad sea vista y las mentiras sean expuestas por lo que son - una afrenta a la agonizante Crucifixión de mi Hijo.

Su amada Madre
  
Madre de la Salvación

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