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martes, 30 de julio de 2013

Madre de la Salvación: El último secreto de Fátima no fue revelado, fue tan aterrador

Lunes 22 de julio de 2013 a las 20:17 hrs.


Mi niña, el engaño, el cual el mundo enfrentará, será tan difícil de discernir, que solo aquellos quienes se rindan a Dios y pongan toda su confianza en mi Hijo serán capaces de soportar las pruebas, las cuales se avecinan.

Di al mundo las profecías en 1917, pero el último secreto de Fátima no fue revelado, tan aterrador fue para aquellos dentro de la Iglesia Católica.

El último secreto de Fátima todavía permanece desconocido para los hijos de Dios, aunque les revelé parte de él a ustedes el 26 de enero de 2012. Muy pocos dentro de la Iglesia están al tanto de esto. Ahora, la siguiente parte del secreto final de Fátima debe ser revelada, para que yo pueda advertir a la humanidad de las consecuencias de ignorar mi intervención para ayudar a salvar almas.

La Iglesia ha sido infestada, desde el interior, por los enemigos de Dios. Ellos – y hay veinte de ellos quienes controlan desde dentro – han creado el mayor engaño. Ellos han elegido a un hombre, no de Dios, mientras que el Santo Padre, a quien se le concedió la Corona de Pedro, ha sido cuidadosamente quitado.

Los detalles, los cuales revelé, son que habría dos hombres llevando la Corona de Pedro en los tiempos finales. Uno sufrirá debido a mentiras que han sido creadas para desacreditarlo y las cuales lo volverán un prisionero virtual. El otro elegido ocasionará la destrucción, no solo de la Iglesia Católica, sino de todas las iglesias que honran a mi Padre y que aceptan las Enseñanzas de mi Hijo, Jesucristo, Salvador del mundo.

Solo puede haber una cabeza de la Iglesia en la Tierra, autorizada por mi Hijo, quien debe seguir siendo Papa hasta su muerte. Cualquier otro, quien declare sentarse en la Silla de Pedro, es un impostor. Este engaño tiene un propósito, entregar almas a Lucifer y hay poco tiempo para tales almas, quienes no se darán cuenta, para ser salvadas.

Hijos, deben solo prestar atención a una advertencia, ahora. No se desvíen de las Enseñanzas de mi Hijo. Cuestionen cada nueva doctrina, la cual pueda ser presentada a ustedes y que profese que proviene de la Iglesia de mi Hijo en la Tierra. La Verdad es simple. Nunca cambia. El Legado de mi Hijo es muy claro. No permitan que nadie nuble su juicio.

Pronto las profecías de Fátima tendrán sentido. Todo está ahora teniendo lugar frente a un mundo incrédulo pero, tristemente, muy pocos entenderán hasta que sea demasiado tarde. Recen, recen, recen mi Santísimo Rosario, tan a menudo como sea posible, todos los días, con el fin de diluir el efecto del mal, el cual los rodea.