Páginas

domingo, 30 de junio de 2013

Dios Padre: Cuando Mi Hijo sea considerado ser un pecador, sepan que esta es la mayor blasfemia

Domingo 23 de junio de 2013 a las 18:18 hrs.

Mi amadísima hija, ¿cómo reaccionaría un padre si supiera que sus hijos encaran la muerte? ¿No lucharían hasta los huesos para salvarlos de todo daño? Esto es precisamente el por qué ahora intervengo en el mundo al ordenar a Mi Hijo que diga la Verdad, a fin de salvar las vidas de Mis hijos.

Son las pequeñas cosas en la vida, las cuales tienen un impacto en una escala global. Una abeja cuyo comportamiento cambia y en donde el polen no puede ser creado, tendrá un efecto directo en la vida que existe en la Tierra. Es a través de la Iglesia de Mi Hijo en la Tierra que la vida del alma puede ser mantenida. Sin la Verdad, la Iglesia de Mi Hijo no puede sustentar la vida. Así, si las mentiras se infiltran dentro de las paredes de la Iglesia, sin Mi interferencia, entonces esto impactará en la vida del alma.

Será cuando la Iglesia se vuelva en contra de Él, Quien la creó, que la vida será destruida. Esta infestación tendrá un impacto directo en todo el mundo, incluyendo aquellos quienes no creen en la vida del más allá. Afectará incluso a aquellos en otras religiones, las cuales no vienen de Mí. Cuando las mentiras infesten el Cuerpo Místico de Mi Hijo, Jesucristo, en la Tierra, causarán enfermedades. La enfermedad, si no se afronta, conducirá a la muerte. Por lo tanto, como Dios, el Padre de toda la Creación, no me apartaré y permitiré a Mis enemigos destruir las almas de Mis hijos.

Cuando tengan que enfrentarse con mentiras, ellas vendrán saliendo disparadas de las bocas de engañadores en un confuso revoltijo de tonterías. Las mentiras, las cuales ya han comenzado, están insinuadas en un lenguaje como humilde, pero disfrazan la mayor mentira contra la Verdadera doctrina de la Iglesia. Conózcanlas por lo que son – enviadas a engatusarlos a cometer pecado. Cuando Mi Hijo sea considerado ser un pecador, sepan que esta es la mayor blasfemia, ya que esto es imposible.

Envié a Mi Hijo, como un hombre en la carne y como todos ustedes, con una excepción. Él nació sin pecado, y por lo tanto, fue incapaz de ello. Cualquiera quien usa la Verdad y luego la tuerce, con el fin de introducir un nuevo significado a la Crucifixión de Mi amado Hijo, es un mentiroso. No viene de Mí y es un enemigo de Mi Hijo.

Observen ahora, Mis hijitos, conforme la bestia y los demonios que él ha enviado a llevárselos de Mí, deambulan entre ustedes. Deben ser fuertes. Deben siempre saber que Mi Hijo les dio la Verdad cuando caminó en la Tierra y cuando murió por sus pecados. Él sacrificó Su Cuerpo para redimirlos, pero Él nunca se convirtió en un pecador, porque Él no es uno de ustedes.

Deben permanecer fieles a Mi Palabra y las Enseñanzas de Mi Hijo. Si no lo hacen, entonces estarán tentados a aceptar las mentiras, las cuales les traerán nada más que sufrimiento eterno.

Su amado Padre
Dios Altísimo