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jueves, 4 de abril de 2013

02 abr 2013 Yo deseo traer a más de 7 mil millones de hijos de Dios a casa, finalmente, a su Eterno Paraíso 04.04.2013 02:37

Martes 2 de Abril de 2013 a las 15:30 hrs.

Mi amadísima hija, las presiones impuestas a Mis seguidores para rechazar estos Santos Mensajes van  a aumentar. Muchos seguidores Míos descarriados, rehusarán aceptar que estos mensajes son Míos. Aunque sean bien intencionados  en sus propósitos, ellos tomarán medidas extraordinarias para alejar a la gente de Mí, con la convicción de que están protegiendo a Mi Iglesia.

Yo soy la Iglesia, y en tanto Mis siervos sagrados protejan Mis enseñanzas, Mi doctrina, Mis Sacramentos y Mi Santísima Eucaristía, somos todos Uno. Aquellos, incluso los dirigentes de Mi Iglesia, que cambien estas leyes, no son parte de Mi Iglesia. Estos cambios aún no han sido presentados, pero cuando lo sean, causarán mucha aflicción.

Aquellos de vosotros que tenéis duda, por favor no me rechacéis. Mientras vosotros me abrazáis de una manera, también traéis lágrimas a Mis ojos. Puede ser que no me veáis ahora, pero pronto sentiréis Mi Divina Presencia.

Os llamo a todos vosotros a prepararos ahora para el gran espléndido futuro que tengo listo para vosotros. El cielo se regocija mientras  el Espíritu Santo descenderá pronto y traspasará vuestros corazones con amor y reconocimiento. Tantas almas se salvarán, así de grande es Mi amor. Nunca me rendiré. Vosotros sufriréis en Mi nombre pero esto será olvidado cuando estéis a la puerta de Mi nuevo Reino. Todos estaréis unidos como una sola familia.

Hablo de aquellos que están perdidos para Mí, pero tengo toda la intención de extender Mi Misericordia a tantos como sea posible. Venid a Mí y dejadme aseguraros del alcance de Mi absoluto Amor y Compasión por cada uno de vosotros. Aquellos que me rechazan, y en algunos casos me detestan, serán envueltos en Mis brazos mientras que alivio sus pobres corazones e ilumino sus almas. Me convertiré es vuestra única esperanza cuando finalmente os deis cuenta de que el oscuro sendero que habéis escogido no os ofrece nada, sino infelicidad y temor.

Yo vertiré sobre todo el mundo Mis rayos de Divinidad, llenos de Misericordia, y pronto limpiaré  a toda la humanidad  para que podáis ser llevados a Mi Reino rápidamente. Mi tiempo ya está casi aquí, mientras espero el día en el que Mi Padre me haga entrega de las llaves de Mi Reino.

En cuanto se complete la Alianza final, deseo traer a más de 7 mil millones de hijos de Dios a casa, finalmente, a su eterno Paraíso. Este es vuestro legado final prometido a vosotros. No lo rechacéis, pues el dolor que atraeréis sobre vosotros mismos es de temerse, y si vosotros me volvierais la espalda, llegará el momento en que no podré hacer nada más para salvaros.